ÉSTE YA NO ES MI MADRID

Ya está hecho, Mourinho será entrenador del Real Madrid. Será presentado el lunes a las 13.00 en sociedad en el palco de Santiago Bernabéu. Casualmente, como muchos de vosotros, me he enterado de las noticia visitando la página web de MARCA. Justo un poquito más abajo, he encontrado con un nuevo vídeo blog de un señor que ya está empezando a tocar las narices demasiado. ¿Qué me está contando Inda de Gatillazo Pellegriniano? Lo de este tipo ya no tiene palabras, y tengo la vaga sensación de que con sus discursitos marquistas se piensa que es Benedicto XIV. Nada más lejos de la realidad, cada vez tiene a más gente en su contra. Por periodistas como él, nuestra profesión se encuentra cada vez más degradada.

Luis Davó, te dedico estas líneas, no porque me lo hayas pedido, sino porque me salen del alma. Florentino Pérez ha vuelto a hacer gala en el día de hoy de su enorme talón sin fondos para contratar a un entrenador pagándole a su club 8 millones de euros… ¿Estamos locos? Vivimos en una sociedad en la que lamentablemente más de 4 millones de personas se encuentran paradas, y el Ser Superior no se conforma con pagarle 10 millones de euros al año durante 4 temporadas, sino que además, tiene que soltar otros 8 para que salga del Inter. 48 millones por un entrenador en 4 años, más otros 2.5 que se pagaron a Pellegrini por su finiquito… haced las cuentas vosotros. Por cierto, la Gazzetta dello Sport dice en su edición online que Florentino ha pagado los 16 millones de la cláusula. ¿A quién creer?

Me parece ya bochornoso, estoy harto de la parodia en la que se ha convertido este Real Madrid. Creo que el sector madridista que es humilde, honesto y objetivo no comparte para nada todas estas decisiones sin sentido. Es más, no me extrañaría nada que si no se va cumpliendo con los compromisos al principio de temporada, empecemos a ver una pañolada tras otra hacia la directiva en la parroquia blanca. No entiendo este despilfarro que se está llevando a cabo, esos bandazos, el mal trato que se le ha dado a Pellegrini… nada no se corresponde con ese Madrid honesto y grandioso que hacía que los niños del colegio portasen orgullosos la elástica blanca puesta. Eran otros tiempos, era otro Madrid.

EL MUNDIAL

Ha llegado el momento. El día 11 de junio los relojes de todo el planeta fútbol se detendrán. Comienza el espectáculo que todos los amantes del balompié han estado esperando durante cuatro largos años, 48 meses desde ese día en el que el fútbol lloró la perdida de Zidane e Italia sumó su cuarta copa del mundo en una emocionante tanda de penaltis.

Para un aficionado al fútbol un Mundial es algo único, sublime, un evento que paraliza tu rutina, en un mes en el que tu cerebro es consciente de que no te aburrirás de ver fútbol y más fútbol. Deberás gestionarte bien tu tiempo, tendrás unas horas para estudiar por la mañana y luego una horita entre partido y partido para ir al gimnasio, pero al histérico y maníaco del fútbol, eso le da igual.

Éste será mi tercer Mundial que veo con pasión. Con 9 añitos, Francia 98 no me llamó mucho la atención. Después de que Sanchís levantara la Séptima Champions para el Madrid y de la maldita primera fase de la Roja, se me quitaron las ganas de ver a otros países disfrutar de la Copa del Mundo. Menos mal que me dio por animar en la semifinal a un tal Davor Suker marcar goles a pares o al gran Zidane el día de los ataques de epilepsia de Ronaldo en el estadio de Saint Dennis. El día de la final veraneaba con mis padres en Denia, donde eligieron pasar las vacaciones de ese verano. Ese día le dije a mi padre: ¿por qué no juega ese “pelao” número 10 en el Real Madrid?

2002. El mundial llegó de nuevo tras la consecución de una liga de Campeones por el Real Madrid. El campeonato que se celebró por primera vez en Asia, me convirtió en el fanático mundialista que ahora escribe estas líneas. Tras ver la extraordinaria primera fase de España, con un Raúl marcando goles a pares y con un equipazo al que solamente podía hacer frente la discutida Brasil de Scolari, tuve la “suerte” de pillar una buena gripe y tragarme todos los encuentros. No voy a decir que no fue un placer ver a la Argentina de Batistuta caer a las primeras de cambio, o a Portugal sucumbir con un arbitraje frente a Corea del Sur que posteriormente sufriríamos nosotros. Francia, con un lesionado Zizou, vio la segunda fase del torneo desde la tele.

El encuentro inaugural me dejó totalmente prendado. El partidazo de Senegal ante la vigente campeona siempre quedará grabado en mi retina, en el último campeonato en el que el conjunto que defendía título jugaba el partido inaugural. Brasil se dedicaba a golear con un equipo digno de un tetracampeón al ritmo de un renacido Ronaldo (qué casualidad), y Alemania se refugió en el mejor portero del mundo en aquellos tiempos, Oliver Kahn, para llegar a la gran final de Yokohama. La anfitriona selección japonesa me causaba una gran atracción por eso de ser la representante con Nakata, Inamoto y Suzuki de esos Oliver Atom, Benji Price y Mark Lenders que tantas horas divertidas me han hecho pasar en televisión. Los nipones cayeron en octavos contra una sorprendente Turquía y los otros anfitriones… bueno, ya sabemos que pasó en cuartos con cierto colegiado de cuyo nombre no quiero acordarme. Esa mañana de julio de aquel año 2002, en la que todos madrugamos para que de una maldita vez se rompiera ese gafe infernal de los cuartos, la recordaré por ser la primera vez que lloré al finalizar un partido de fútbol. La final del Mundial sirvió para que Ronaldo se tomara revancha por su mal día en París cuatro años atrás. Brasil se coronaba como la pentacampeona gracias al Fenómeno.

Cuatro años después, la competición volvía a la vieja Europa. La puñetera selectividad tampoco impidió tragarme una cantidad estimable de partidos. Aún recuerdo con total nitidez el golazo de Lahm en el partido inaugural con los poemas de Campos de Castilla de Machado sobre mis piernas. España firmó una sensacional primera fase, pero sucumbió en octavos con un vestuario sumido en la polémica sobre el relevo generacional que debían sufrir Raúl o Albelda, dos de los pesos pesados del equipo en 2006. Este campeonato fue el principio del fin de Raúl en la roja. Se firmó un juego brillante, con Villa y Torres en un fantástico estado de forma y con 8 tantos en una gran primera fase. Pero la competitividad francesa, la juventud española, la falta de criterio de un Luis Aragonés que se guió más por la prensa para hacer el 11 (Casillas, Ramos, Puyol, Juanito, pernía, Cesc, Alonso, Xavi, Raúl, Torres y Villa) en el que no había ningún jugador que apoyase al donostiarra en las labores de contención, y el gran Zidane, consiguieron que la roja tuviera que hacer las maletas incluso antes de cuartos. Los cuatro amigos que estábamos viendo el partido, nos quedamos descompuestos tras el 3-1 de Zidane en la prórroga. Después, 10 minutos de doloroso silencio. Uno de ellos rompió el angustioso momento. “A esperar otros cuatro años”.

Ese momento ha llegado. Después de los amargos tragos que nos llevamos tras este extraño mundial, han pasado muchas cosas entre medias. El Barcelona ha ganado otra Champions, el Madrid ha tenido 5 técnicos (contando a Mou) y España se despojó de sus miedos con la Eurocopa de 2008. No había mejor forma de pasar de cuartos que en los penaltis y frente a Italia, dos circunstancias símbolo de los fracasos de la roja a lo largo de la historia. Creo que ese gol de Cesc ante el gran Buffon fue el gol que más celebré en mi vida, incluso más que el que nos dio finalmente la Eurocopa frente a la competitiva Alemania.

A partir del 11 de junio, viviremos como si una burbuja te tuviese preso, enganchado a la televisión para saber quién es ese medio centro africano que se lleva todos los balones o para saber a los cracks que alineará Maradona en la delantera de su albicelteste. Pero ante todo tienes la vista puesta en ese último día, el de la finalísma. Hay muchas razones para que España gane el campeonato; de hecho siempre las ha habido. Pero lo que nunca ha vivido la Roja es un momento de juego y optimismo como éste. Por eso, sin lugar a dudas, Sudáfrica 2010 es el momento clave para estampar de una vez por todas una estrella en nuestra camiseta. El sueño de todos los españoles pasa por ver a Casillas levantando por fin una Copa del Mundo para España. Sí, señoras y señores, ha llegado el Mundial. El Mundial de España.

UNA DE "MOU" PARA TAPAR OTRO FIASCO

Se acabó la temporada. A unos con muchas más alegrías que a otros. Que se lo digan al Atlético, al Barcelona o al Inter de Milán. En el otro extremo de la balanza está el Real Madrid. Nueva temporada en blanco, nuevo fracaso y, como nos tiene acostumbrados en los últimos años, caos institucional a la carta.

Para enmascarar una realidad que para los madridistas ya nos es familiar, las raíces de Florentino ya han sido regadas para que MARCA y AS se encarguen de que la opinión pública madridista soporte el aburrido y milimétricamente calculado juego de José Mourinho, y de que la afición no cargue contra los líderes de un club que se gastó más de 250 millones de euros el pasado año en fichajes y que ahora quiere poner al timón de la máquina madridista a un hombre que no se caracteriza por un pilotaje exquisito, pero que aguarda una casi segura llegada a un puerto de lujo a una velocidad terrible a un precio de pitada en el Bernabéu cada dos semanas. Ahí es nada.

El problema que existe ahora mismo es la incertidumbre de cómo será el juego de Mou. Es cierto que el juego vertical, potente, físico y directo del Chelsea del portugués no era del todo desagradable, pero lo que no se permitiría en la parroquia blanca, sería un desprecio al balón como el que ha hecho el Inter de Milán en los dos partidos que la mayoría de los telespectadores hemos visto. Hablo del encuentro de vuelta de semis en el Camp Nou y de la final frente al Bayern. Ojo que en ninguno de los dos encuentros el Inter pasó del 35% de posesión. Florentino, he visto pitadas en el Bernabéu por mucho menos que eso. ¿De verdad se cree el ser superior que se van a aguantar 9 meses de racanería por levantar algún título en el mes de junio de 2011?

Floren no ha cumplido con lo que prometió cuando llegó. No ha traído tranquilidad y estabilidad. Bandazo al más puro estilo ZP. No sé porqué, la ansiedad y el nerviosismo han inundado y colapsado las oficinas de los directivos blancos y han tirado por la borda el trabajo de Pellegrini, que no es que haya sido brillante pero por lo menos mejora sustancialmente lo visto con Capello, Schuster o Juande. Un entrenador que pese a que tiene de nota final de la temporada un cinco justito, era un aspirante perfecto a continuar con este magnífico proyecto pero a la vez arriesgado que Florentino puso en marcha el año pasado. Está claro que se ha fallado en los momentos clave, que se ha hecho el ridículo en Copa y Champions, pero las maneras que se le han visto a un equipo que venía de una situación desastrosa y con un plantel con la mayoría de sus jugadores nuevos, merecían que Pellegrini pudiese haber cumplido su segundo año de contrato. Creo que las cosas habrían salido bien y los madridistas habrían cumplido un viejo sueño: tener un poco de estabilidad. ¿Es tan complicado eso de aguantar a un mismo entrenador más de una temporada?

Inda ya se encargó la semana pasada con sus dos entrevistas en exclusiva al técnico portugués de empezar a concienciar a los madridistas de lo que iba a ocurrir. Para que no nos olvidemos de lo bueno que es Mou, también el de que tal marquistas nos deleita en una de las páginas web más leídas del mundo con unos vídeos dignos más bien de un payaso de circo que de director de un periódico. Pese a que las encuestas decían lo contrario, Mourinho será el nuevo entrenador del Real Madrid. Lo que más me cabrea de todo es que no sé cómo lo hace este tío pero siempre el tiempo le acaba dando la razón. Desde aquella famosa portada post-Alcorconazo, a nuestro querido director se le metió en la cabeza que el chileno no era el técnico adecuado para su equipo. El Lyon, el Barcelona, el triunfo del Inter de Milán en la champions justamente en el Santiago Bernabéu.… momento clave tras momento clave, el tiempo le ha dado la razón a Inda y a su parafernalia para vender periódicos. El tío no tiene un pelo de tonto, claro está, y sabe que con el técnico portugués en el banquillo blanco, está asegurada la dosis de polémica, gestos, declaraciones y demás show que se verá traducido en euros al bolsillo para el director de MARCA. Todo ello a costa de un club que ya no es lo que era desde que ese tal Del Bosque se fue en el año 2003.

Quizá sea correcto traer a Mourinho e inculcar ese instinto asesino en la plantilla blanca, y quizá también se deba abandonar esa apuesta por el buen juego que quería Pellegrini para destronar de una vez por todas al Barcelona. De lo que estoy seguro es de que la afición blanca no soportará que su equipo, plagado de muchos de los mejores jugadores del mundo, se esconda detrás del balón para volver a ser campeón. Por mucho que se empeñen no conseguirán que los aficionados aguanten a un equipo así. Mou debe plasmar su librillo y su fútbol, pero no debe olvidar que llega a un equipo con una historia y con unos principios sobre los que no es conveniente vomitar. En caso contrario, el verano que viene será otra quema de brujas en el banquillo del Madrid, por mucho que se haya visitado la Cibeles.

DEL BOSQUE HACE JUSTICIA CON SUS 23

Ya se conocen a los 23 guerreros que defenderán el honor español e intentarán levantar la copa del Mundo en Sudáfrica este verano. La lista del seleccionador ha tenido varias sorpresas, pero se corresponden con el buen momento de forma de cada jugador, y sobre todo, ha hecho justicia en cuánto a que el salmantino se ha llevado a los mejores futbolistas que ahora mismo existen en el panorama español. Valdés, Javi Martínez y Pedrito defenderán por primera vez los colores de la selección en el mejor escenario posible para el debut de un futbolista. De los 30 jugadores pre-seleccionados la semana pasada, son éstos 7 los que han causado baja: De Gea, Güiza, Negredo, Senna, Cazorla, Diego López y Azpilicueta.

Esta es la lista completa definitiva

Porteros: Casillas, Reina y Víctor Valdés.

Defensas: Albiol, Piqué, Ramos, Puyol, Arbeloa, Marchena y Capdevilla.

Medios: Alonso, Xavi, Iniesta, Cesc, Busquets, Mata, Pedro, Silva, Javi Martínez y Navas.

Delanteros: Villa, Torres y Llorente.

En la portería, era difícil que Del Bosque pasara por alto el gran momento de Valdés. El catalán ha conseguido esta temporada su tercer zamora y ha ido evolucionando en su juego hasta ser providencial en sus acciones y demostrar una seguridad envidiable en el terreno de juego. La irregular temporada del Villareal ha provocado que finalmente no se opte por Diego López, que estaba en muchas quinielas. Tampoco De Gea será convocado, aunque por su juventud y proyección, podríamos estar hablando del portero titular de la selección a largo plazo.

En defensa no ha habido ninguna sorpresa. El ex técnico del Real Madrid ha optado por sus habituales, aunque se tenían dudas sobre la inclusión o no de Marchena. La experiencia del andaluz puede ser clave en momentos claves en una copa de mundo.

El centro del campo es el punto fuerte de esta selección. Para apuntillarlo y darle aún mayor juventud y calidad, Del Bosque ha apostado por Javi Martínez como sustituto del veterano Senna. El vasco es una de las grandes novedades de la lista de 23. Los demás, los habituales de casi siempre, salvo por la inclusión de "Don Pedro" que ha cuajado una temporada de 10 con el Barcelona y podrá debutar con la roja en Sudáfrica.

En la delantera, la única sorpresa es la ausencia de Dani Güiza, aunque tras su marcha a la liga turca hace ya más de un año, hacía presagiar que el jerezano no entraría finalmente en lista. El mal año de Negredo hacía difícil su inclusión en la lista. Villa, el nuevo delantero del Barcelona será el gran referente en ataque de la selección. Torres finalmente estará en el Mundial, aunque está por ver el papel que puede tener el de Fuenlabrada, puesto que fue operado hace pocas semanas y su presencia puede tener menos importancia en el equipo que la de Villa. Llorente será el clásico 9 corpulento, físico y con un potente remate de cabeza que utilizará Del Bosque.

Con las cosas así, ahora sólo falta que empiece a rodar el balón. Una lista con sorpresas, pero que hace justicia con el momento de cada jugador. Pedro y Javi Martínez no defraudarán en el momento en el que salten al campo. Lo que sí que me deja un poco inquieto son los dos casos de Iniesta y Torres. Dos pesos pesados del equipo que vienen de lesiones importantes y que tendrán poco tiempo para ponerse en forma para la primera fase. Esperemos contar con ellos al 100% para el trascendental cruce de octavos frente a Costa de Marfil, Portugal o Brasil. Ahí empieza el verdadero mundial.

PARA ECHARSE A TEMBLAR

No han pasado ni 48 horas desde que el Barcelona se proclamara campeón de la liga más reñida de la historia cuando ya tiene casi atadas a dos incorporaciones que le harán (si no lo es ya), casi invencible.

No sé hasta qué punto será de verídico que las negociaciones por Villa están casi al 100% de concretarse ni de si Cesc Fábregas volverá finalmente a la que fue su casa y de la que nunca debió salir. Pero si el Barcelona opta y consigue hacerse con los servicios de estos dos jugadores, podríamos estar hablando que el equipo de Pep será uno de los más temibles de la historia, con la aglutinación en sus filas de muchos de los mejores jugadores del mundo, unidos bajo un denominador y objetivo común (hacer grande al Barcelona). Todo ello se habrá conseguido sin un desembolso excesivo de dinero, puesto que no parece ser que traer a estos dos cracks vaya a salir por más de 80 millones, bastante menos de lo que costaron Kaka y Benzema hace un año, por ejemplo.

Dos jugadores españoles, dos cracks en sus clubs y en la roja que conocen la liga española, y que son el alma y el faro de sus respectivos equipos. En el caso del guaje, al asturiano se le ha acabado su ciclo en el Valencia. Tras cinco campañas en la ciudad del Turia, Villa quiere disputar los años de mayor madurez futbolística en un grande del fútbol mundial. Tras ser el pichichi de la Eurocopa hace dos años, Villa es ahora mismo el segundo máximo goleador de la historia de la selección, a tan sólo seis tantos de Raúl. Si finalmente consigue fichar por el Barcelona, se habrá hecho con los servicios de uno de los mejores delanteros del fútbol mundial, y con el que conseguirá alinear, para goce y disfrute de los aficionados al fútbol, a una de los mejores onces del continente, con jugadores como Messi, Xavi, Pedro o Iniesta en un mismo once. Villa servirá y encajará perfectamente en el esquema de Guardiola. Acostumbrado al fútbol de toque con la selección, Villa afronta este nuevo reto con el objetivo de conseguir un título que en Valencia sería imposible: la champions.

De Fábregas lo que digamos es poco. Con 16 añitos se fue del club y de la ciudad que le vio crecer. Corría el año 2003 cuando Wenger se fijó en este cerebro de la Masía para hacer de él el nuevo ídolo de la exigente parroquia del viejo Highbury. Fábregas consiguió hacer olvidar en poquísimo tiempo al francés Vieira, y con el paso de los años se ha convertido en el estandarte del club del norte de Londres. Barcelonista de toda la vida, tuvo la oportunidad de recalar en el Madrid, pero su deseo de volver en el momento adecuado a Barcelona para triunfar le impidió aceptar el suculento contrato que le ofrecía el doblemente imputado Ramón Calderón. Ahora su ciclo en el Arsenal ha llegado a su fin. Quiere ganar títulos y sabe que en el Barcelona será más sencillo. Sabe perfectamente cuál es el estilo del Barça, que conoce a la perfección al compartir vestuario con muchos miembros de la roja. El único problema sería cómo se acoplaría Fabregas a un equipo que ya tiene otros jugadores del mismo corte que él, algo que, como ha sucedido en otras ocasiones que ha jugado con la selección, ha disminuido su participación en el juego. Esto, como digo, son males menores. Se trata de un jugador extraordinario.

Dos incorporaciones que harían del Barcelona de Pep un equipo de ensueño, un equipo plagado de estrellas que, sumadas a las ya habituales en el Camp Nou, harían del Barcelona un equipo de Playstation, temible y aún, si cabe, más ganador. Otros, mientras tanto, pierden el tiempo echando, trayendo y desprestigiando entrenadores. Que tiemble Europa.

EHNORABUENA CAMPEÓN

Ha pasado lo que tenía que pasar. El Barcelona ha goleado de nuevo, ha jugado bien y es el justo campeón de esta liga 2009/2010. Si algún iluso madridista esperaba un pinchazo en el día de hoy de los culés iba listo. No nos olvidemos de que esta liga tan peleada y competida por los dos grandes del fútbol español se decidió hace dos meses en el Bernabéu. Las matemáticas daban en el día de hoy posibilidades al equipo de Pellegrini, pero la realidad es que a pesar de los números, de las victorias, de los goles y de Ronaldo e Higuaín, el Real Madrid no merecía esta Liga.

Es cierto que a veces ha practicado un fútbol gustoso, y que se ha vuelto más contundente en las dos áreas. Pero ha fallado en los momentos clave. Y eso es, quizá lo que más duele. Estoy seguro de que muchos madridistas se estarán acordando de los dos partidos que se jugaron contra el Barcelona en esta temporada o de las ocasiones erradas por Higuaín en el Bernabéu frente al Lyon.

La temporada ha sido un fracaso por muchos motivos, pero sobre todo lo ha sido por las expectativas que se crearon con la vuelta del Floren Team II. Pero ojo, que siempre hay que sacar conclusiones positivas, porque no todo va a ser malo. Hay un bloque, y unos jugadores sobre los que se debe trabajar y reforzar este verano. Pero por encima de todos los que visten la camiseta, existe alguien que destaca por encima de todos los demás por su calidad, velocidad, entrega y compromiso con el equipo, a pesar de que no lleve ni un año en el equipo de la Castellana: Cristiano Ronaldo. En él están puestas las esperanzas de los madridistas para el año que viene.

Pero mientras nos ponemos las botas con el Mundial y Pellegrini haya abandonado el banquillo, vamos a esperar nuevamente a que comience un verano de traspasos que estará cargadito nuevamente de idas y venidas de jugadores en la casa blanca. Mientras tanto, al otro lado del puente aéreo, seguirán sin temblarles las piernas. Ellos ya lo tienen todo hecho. Ehnorabuena campeón.

Y EN EL 2010, RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS

La resurrección es una cualidad que se le otorga a muy pocos señalados. Los devotos de Jesucristo, tienen en el domingo de pascua como el día en que el hijo de Dios, bajó de los cielos y se levantó cuando todos lo daban por muerto. Por suerte para sus fieles, el Atlético bajo en la noche de ayer de los cielos, tras ese remate de oro del Forlán, y se despojó de todos sus pecados y malos augurios y levantó su primera copa desde el año 1996, ese año mágico en el que Pantic, Simeone y compañía consiguieron el doblete de Liga y Copa del Rey. Hace 48 años, faltaba un año para que mi padre naciese cuando el Atleti, consiguió su primer título europeo. Lo más curioso de todo es que quizá, la semana que viene en el Camp Nou, se sume la Copa del Rey, lo que consumaría el doblete de un club que ha pasado por más pena que gloria durante estas últimas campañas por el fútbol español.

Mes de Diciembre de la presente temporada. El Atlético de Madrid es eliminado de la Liga de Campeones. El equipo estaba inmerso en una crisis deportiva sin precedentes y su entrenador (un tipo con cojones ese Abel Resino), se va por la puerta de atrás del club. Muchos jugadores ya piensan más en el año que viene (había rumores y declaraciones sobre la salida del Kun y Forlán rumbo al Reino Unido). Quién iba a poder imaginar que su sucesor Quique Flores, sería el mesías que traería la luz a un club que en los últimos años había sido una sombra de lo que fue, un club que vivía de las derrotas que le endosaba al Barcelona en la liga y que se conformaba con conseguir el cuarto puesto en la competición doméstica. Fue el sobrino de la sensacional Lola Flores quien con criterio, orden, disciplina y sabiduría supo imponer su estilo y una serie de normas al equipo. Cogió a dos chavales de la cantera para convertirlos en fijos e imprescindibles de su equipo hasta el día de hoy. Pidió a un mediocentro curtido en mil batallas (Tiago) y el portugués no defraudó. Sacó lo mejor de una perla utrerana que estaba podrida por dentro, hasta convertirlo de uno de los artífices de este Atlético campeón. Y mimó a sus dos estrellas, al Kun y a Forlán, a darlo todo por un equipo que, a pesar de que era muy difícil que les diera títulos, si que los tenía como sus dos principales puñales para llegar hasta el lugar donde los colchoneros disfrutan hoy su triunfo: Neptuno.

El día de ayer no será olvidado jamás por los atléticos. Fue el día en que las lágrimas, la segunda división, el victimismo, las derrotas y la sombra del eterno rival se esfumaron para siempre. Ayer los Atléticos volvieron a sentirse alguien importante no soló en España, sino en Europa. Fue el día en que madridistas, culés, valencianos y sevillistas de toda España aunaron sus gargantas con gritos de alegría tras el gol de Forlán. De la mano del killer colchonero, los rojiblancos consiguieron el título ante un Fulham que decepcionó un poco por su planteamiento. Espero y deseo con todo mi corazón que a la afición del Calderón no se le vuelva a olvidar lo que está haciendo el charrúa por su club. Sería bochornoso que se le volviese a dedicar pitos en el Calderón después de lo que este chico de 30 años está haciendo por el club. Apuesto a que más de uno se tragó los pitos que hace no muchas semanas le dedicaban a Forlán por su sequía goleadora. Él, como buen caballero, ha respondido en el campo con dos goles que valen un trofeo de lo que era hasta el año pasado la copa de la UEFA. Ahora es en nuevo héroe de la historia reciente del Atlético. Pero como el fútbol es así, me temo que las alegrías les pueden durar poco al Atlético. Muy posiblemente el equipo haga caja con sus dos galácticos, y la temporada que viene las oficinas del Calderón volverán a ser un ir de venir de nombres entre altas y bajas. Pero ya nada es igual que antes. Porque el Atlético ha vuelto, ahora es un grande; el lugar que nunca debío abandonar.

Y aunque se ganó con sufrimiento, se ganó con el traje de batalla lleno de sangre, con casta y con pundonor. Pero se consiguió la victoria. Sin esos ingredientes, no podríamos estar hablando del Atleti. Enhorabuena campeón.