RAMOS HA VUELTO

Confieso que Sergio Ramos me ha callado la boca respecto a todas las críticas que vertí sobre él la temporada pasada, cuando tuvo errores infantiles contra el Barcelona o frente a EEUU en la Copa Confederaciones. Me ha pasado como a Maradona con la selección española, bueno aunque creo que esto ya es más difícil.

Me he visto obligado a escribir estas líneas porque después de la temporada que ha realizado el de Camas, tenía que reconocer que el sevillano ha recuperado su mejor nivel, aquel que mostró en sus primeras temporadas en el Real Madrid. Pero sobre todo, era imprescindible rendirme al papel que ha jugado el 15 de la selección española durante el Mundial.

Incansable durante todo el mundial durante la banda derecha, el sevillano ha jugado casi todos los minutos de los encuentros que ha disputado, salvo en el encuentro frente a Honduras, donde Del Bosque lo sustituyó por Arbeloa después de que Ramos sufriera un golpe en las costillas frente a Suiza. Él, luchador y competitivo como siempre, se repuso de su lesión y mostró un nivel que, como creo que coincidirán muchos conmigo, nunca había alcanzado en su carrera.

Perfecto tanto en defensa como en ataque, Ramos no escatimó en subir la banda constantemente para ocasionar peligro al rival, prueba de ello son las muchas ocasiones que tuvo a lo largo del torneo, ya sea frente a Portugal, Alemania o Holanda. Es más, quiero remitirme a las narraciones de Paco González en la final frente a los tulipanes, donde el comentarista subrayó varias veces que el ansia de Ramos por subir en la banda derecha, obligaba a Navas, amigo íntimo del 4 del Madrid, se escorase un tanto al centro del campo.

Y es que, Ramos ha sido extremo y defensa durante todo el torneo. Tan sólo ha recibido una tarjeta amarilla en la final, pese a que muchos le han tildado de un jugador sucio en ocasiones. Su pundonor, su pasión por la roja, su físico y el trabajo que ha realizado para que España se convirtiese de una vez por todas en campeona del mundo han convertido a Ramos, que por fin ha recuperado el nivel que nunca tenía que haber abandonado, en uno de los tres mejores laterales derechos del mundo. Y para que nos demos cuenta del papel que ha tenido el de Camas en el Mundial, tan sólo hay que remitirse a las palabras del mismo Mourinho, que parece que ha declinado en su posición de hacerse con los servicios de Maicon, al que quería sí o sí en el Madrid para dejar a Ramos en el centro de la defensa.

De esta manera, el Mundial ha vuelto a encumbrar al sevillano, que será el dos de la selección y del Madrid durante muchos años.

CAMPEONES DEL MUNDO

Después de casi dos días, lo más razonable es que ya se me hubiesen pasado los nervios que tuve durante toda la final y sobre todo, que se hubiese rebajado un poco la euforia tras la conquista del campeonato del mundo. Lo segundo es lo que aún no me deja tranquilo y es lo que ha conseguido que desde que me levanto hasta que me acuesto tenga una sonrisa de oreja a oreja.

Porque no todos los días uno puede decir que su país es campeona del mundo, ¿verdad? A lo largo de todo el campeonato del mundo, he hablado de tener cautela, de que si el sueño estaba cada vez más cerca de hacerse realidad o de que España había vuelto a deslumbrar al mundo con su juego frente a la selección más potente, por mértios propios y no periodísticos del torneo. Siempre creí en esta selección, y a la vista de las entradas publicadas me remito. Me reafirmé en mi postura de teníamos un bloque mágico, único, que nos había dado una Eurocopa y que tenía muchas papeletas para darnos una copa del Mundo, y así fue.

Y ahora que escribo estas líneas, no puedo dejar escapar la oportunidad de dar las gracias a estos 23 jugadores y al cuerpo técnico:

Quiero dar las gracias por haber conseguido borrar de nuestra cara y de nuestra imaginación esa estupefacción e impotencia que se nos quedaba en el cuerpo cuando llegábamos a la fase final de un campeonato de selecciones de fútbol. Gracias por hacer que ahora el nombre de ESPAÑA ya no provoque risa en los equipos rivales, sino temor y respeto. Gracias por hacer que un país entero dejase atrás sus prejuicios y que todos pudieran sacar sus banderas y bufandas de España sin que se les tildase de fachas. Gracias por demostrar que se podía ganar un mundial perdiendo el partido inaugural y por callar a personajes como Maradona, que habían puesto en entredicho nuestra calidad. Gracias también por desplegar un fútbol de ensueño, digno de las mejores selecciones de la historia como Brasil 70 o Francia 98. Gracias también porque a partir de ahora, cuando juegue España nosotros seremos el rival a batir, porque quien se enfrente con nosotros se enfrentará a la campeona de mundo. Gracias a los futbolistas por ser un ejemplo tanto para pequeños como mayores, pero sobre todo por demostrar a todo el mundo que cuando los españoles nos unimos, podemos hacer algo grande. Gracias a Çasillas por sus paradas, a Puyol por su seguridad, a Villa por sus goles y sobre todo a Iniesta, por anotar un gol que quedará para siempre guardado en nuestra memoria.

Pero gracias, ante todo, por hacernos llorar después de ese gol que tanta rabia llevaba de generaciones y generaciones que nunca habían visto a España levantar una copa del mundo. Y por último, y la más importante de todas, gracias por traernos la Copa del mundo.

SÍ, ESTAMOS EN LA FINAL DEL MUNDIAL

Al igual que el gol de Zidane en la final de la champions de 2002 o el gol de Torres que nos dio la Eurocopa el tanto de cabeza de Carles Puyol quedará para siempre grabado en nuestras retinas.

Como he dicho muchas veces, muchas generaciones de españoles han esperado vivir este momento durante muchos años. Los instantes previos al partido, fueron un big bang de nervios en todos los españoles que aún nos frotábamos los ojos cuando veíamos a los nuestros mirar al frente mientras sonaba el himno español en una semifinal de un Mundial. Histórico.

Enfrente, una selección alemana que había rugido con fuerza durante todo el torneo, dejando fuera a poderosos rivales a lo largo de su camino. Por momento de juego, Alemania quizá había brillado un poco más, así que por eso extrañó el planteamiento que ofrecieron los de Low. O sabían que sólo así se le podía ganar a España (jugando a la contra) o España no les dejó hilar su juego. Yo me inclino por lo contrario. Buena parte de culpa tiene Vicente Del Bosque, que sorprendió a todos con la inclusión en el once inicial de Pedrito, sobre todo para dar velocidad y mayor dribling al juego español, a sabiendas por anticipado de que los alemanes se iban a encerrar atrás.

La selección, que ya no se arruga en las grandes citas, dio una lección de competitividad y juego como nunca antes se había visto. Xabi Alonso y Busquets firmaron un partido soberbio, junto a Xavi, que una vez más, fue MVP del encuentro. Tras una primera parte en la que España se dedicó a "picar" con un pico y pala el muro alemán, no sería hasta la segunda mitad cuando la Roja empezara a crear peligro serio. Alonso, con lanzamientos de fuera del area y Villa sembraban el terror en la zaga alemana, que sabía que el gol estaba por llegar.

Fue casualmente en un córner, donde los alemanes siempre nos superan en altura, donde Puyol, como una bala, entró en el área para marcar el 1-0 tras el saque efectuado por Xavi. Un gol para la historia, un gol que vale una final.

Después del gol, Alemania se vino arriba, pero ya no le iba a dar tiempo a quitarle a España lo que él fútbol le había negado durante tantos años. Después de contar desde 7 hasta 1, ahora solamente queda Holanda en el camino. Nunca habíamos estado tan cerca de que nuestro capitán levantase una copa del Mundo. No quiero ni imaginarme aún a nuestro ángel de la guarda, a San Íker, levantando la copa del Mundo; sería algo maravilloso.

HOLANDA ESPERA EN EL SOCCER CITY

Ya tenemos finalista de esta Copa del Mundo. La holanda de Sneijder y Robben disputará la final del día 11 en el soccer city a la espera del rival que esperemos, sea España. Sigo pensando que el de hoy era un partido “trámite” para los de Marjwik. No es que quiera menospreciar a Uruguay ni tampoco restarle mérito de obtener el pase a una semifinal de un Mundial. El esfuerzo ha sido terrible y si los cruces lo han dictaminado así, es totalmente merecedora de haber estado en la semifinal de hoy. Pero lo que no puede pasar inadvertidos para nosotros, los aficionados que analizamos con lupa todos los movimientos, cruces y partidos del Mundial es que el camino que ha llevado a los charrúas al partido de hoy ha sido mucho más sencillo que el de Holanda o Alemania.

Una Francia patética, el peor anfitrión de la historia de los mundiales (Sudáfrica), la trabajada pero exenta de gol México, la potencia emergente Corea del Sur y la novata Ghana son un camino relativamente sencillo para llegar a una semifinal. Ojo, como he dicho no quiero quitar mérito alguno, pero si miramos también nombre por nombre, antes del Mundial solamente conocíamos a Suárez, Forlán y poco más. Y creo que el 70% de los aficionados estarán en mi misma situación de que ahora casi que también. El fútbol y el Mundial son caprichosos, y a veces hay equipos que llegan lejos sin haber tenido una verdadera prueba de fuego hasta las semifinales. Sin irme muy lejos en el tiempo, recuerdo que Turquía llegó a semifinales del mundial de 2002 habiendo quedado como segunda de grupo y doblegando a Japón y Senegal . Mérito sí, pero no tanto como el que ha podido tener por ejemplo Alemania, que se ha merendado de una manera extraordinaria a Inglaterra o Argentina.

En cuánto a Holanda, se ha plantado en la final por méritos propios. Aunque tampoco tuvo un grupo de extrema dificultad, sí es cierto que con haberse deshecho de Brasil ya tienes papeleta y media para merecer ser finalista de este complicado torneo. De la mano de los desechados por la directiva blanca el pasado año, los oranjes han conseguido el pase hoy, aunque sin un juego brillante. Eso sí, sigo sin ver a los Sneijder, Robben y Van Persie al nivel de los nuestros, por lo que creo que la verdadera final para España será ante los alemanes. No me desvío y vuelvo con los tulipantes; si echamos la vista atrás, tampoco debería sorprendernos tanto. En la Eurocopa de 2008 los holandeses le endosaron un 3-0 a Italia, un 4-1 a Francia y un 2-0 a Rumanía en la fase de grupos. Los tulipanes, con un juego digno de la misma naranja mecánica de Cruyff, eran los claros favoritos junto a España, aunque en cuartos de final, la sorprendente Rusia de Hiddink se adjudicó el pase a las semifinales. Si seguimos tirando de estadísticas, los holandeses tampoco perdieron ningún partido en la fase de clasificación para la copa del mundo, lo cual les llena aún más de méritos para ser una selección más que aspirante, como ha sido tildada desde muchos medios de comunicación.

En cuánto a España y al trascendental encuetro de mañana, quedan menos de 20 horas para que la selección juegue el partido más imporante de su historia ante, como bien ha dicho Beckenbauer, la Alemania que mejor juego ha desplegado de la historia. El de mañana será un partido que recordaremos generaciones enteras de españoles, para lo bueno y para lo malo. Mañana la Roja tiene una cita con la historia.

SE ACABÓ LA MALDICIÓN: ESTAMOS EN SEMIFINALES

No tengo palabras para describir lo que siento. Hoy, sencillamente es uno de los días más felices de mi vida.

Desde que tengo uso de razón, siempre había soñado con ver a España pisotear ese malfario que nos acosaba desde tiempos ancestrales. Recuerdo que en una entrevista a Antonio Banderas, el popular actor español dijo que no quería morirse hasta ver a España levantar una copa del Mundo. Pues hoy, ese sueño cada vez está más cerca.

No voy a enrrollarme mucho, porque repito, lo que pueda escribir ahora son balas de fogueo que no representan la tremenda felicidad que siento. Ver a España encuadrada en unas semifinales de un campeonato del Mundo es algo maravilloso, inverosímil y todo un placer con el que he soñado desde niño. Pese a que el España-Corea fue hace 8 años, ese sentimiento de impotencia no se me había olvidado. Recuerdo la cara de tonto que se me quedó sentado al lado de mi abuelo cuando Al Gandour nos echó del Mundial de 2002. Antes, mi tío me había dado una lección de sufrimiento y de desgracias históricas comentándome y recordándome que un tal Tassotti o un tal Eloy Olaya, habían impedido por h o por b que llegásemos al penúltimo obstáculo para levantar la copa.

Años y años de decepciones mundialistas han finalizado hoy, día 3 de Julio de 2010. Hoy, el fútbol le ha devuelto a España ese lugar en la historia, ese emplazamiento que le debía desde hace mucho tiempo y que por fin, gracias a Villa, a Casillas y a todo una generación increíble de jugadores, hemos pasado a semifinales. Sí, lo escribo y aún no me lo creo, estamos en las semifinales de un Mundial. Y el sueño todavía no ha acabado, porque lo mejor está por llegar.