viernes, 30 de marzo de 2012

HASTA PRONTO, RADIO MARCA

Hoy, 31 de marzo de 2012 se trata de un día muy triste para mí. Acaba una etapa de mi vida en la que he podido cumplir uno de los sueños de mi vida: trabajar para el grupo del diario MARCA. Han pasado ya 6 meses desde aquella llamada en la que se me “invitaba” a formar parte de la familia de Radio Marca, tiempo en el que he aprendido y he vivido momentos que jamás olvidaré junto a muchos de los mejores periodistas deportivos de este país. Esta tarde, antes de coger el último bus hacia Plaza de Castilla de vuelta a casa, mi compañero y amigo Jorge Cobos me decía: “Javi, aún no sabemos donde hemos estado. Hemos estado en el epicentro del periodismo deportivo de este país”. Y puede ser verdad que tenga razón.

Hoy, 31 de marzo, se me hará imposible reprimir las lágrimas. Porque han sido un sinfín de momentos, y aunque como todo en la vida, también ha tenido sus malos, siempre, sea cual sea mi destino, miraré hacia atrás y recordaré estos 6 meses como una fase en el que he madurado, he trabajado, he llorado (de alegría y de tristeza), he aprendido y en el que me he emocionado como nunca antes lo había hecho trabajando codo con codo con periodistas de un nivel extraordinario como Pablo López, Rafael Sahuquillo, Vicente Ortega, Edu García o Paco García Caridad. Dicen que todo en la vida pasa por una razón, y por eso creo que después de la decepción que me supuso el haber trabajado en el diario AS, creo que esta oportunidad me llegó para que volviese a recuperar la ilusión perdida en el periodismo deportivo.

Podría ponerme a enumerar los 1000 y un momentos que periodísticamente nunca olvidaré: mi primera retransmisión con el Elche, mis reportajes del Madrid en Directo Marca Madrid con Sahuqui o los eventos en los que he podido tener de cerca y entrevistar a personajes del mundo del deporte como Felipe Reyes, Rubén de la Red, Simeone, Carlos Moyá, Ezquerro, Alfonso Pérez o Héctor Barberá. Y tampoco me quiero olvidar ni de David Bisbal, Antonio Orozco, Amaia Montero… artistas que he visto en infinidad de ocasiones por televisión o con los que he pasado muchos ratos escuchándolos en el coche y a los que he podido conocer personalmente.

Quizá, cuando hace un año y medio opté por venir a Madrid para intentar labrarme un futuro podría pensar en que había sido una decisión equivocada, y de hecho, me he separado de gente que era importantísima para mí durante demasiado tiempo. Pero ahora, y una vez haces balance fríamente, puedo decir que gracias a estos 6 meses estoy orgullosísimo de haber tomado esa decisión.

Tampoco quiero dejar de agradecer a todos mis compañeros, a sobre todo a los que han estado cerca de mí y con los que sé que nos une algo más que una relación de trabajo: Mila, Jorge y mis dos Raquelillas. Tampoco puedo olvidarme de Pinacho, Javi Poza, Javi de la Casa, Luis Behamud, Luis González, Álvaro Benito, Rafa Sahuquillo, Edu García, Javi Amaro, Talavera, Pipe… Pero sobre todo, no puedo dejar de escribir estas líneas sin acordarme de Vicente Ortega, un señor que hace todos los días un programa de 10 a 13 de la mañana que es para quitarse el sombrero. Él es un hombre sencillo, dicharachero, humilde, sano y sobre todo buen periodista. Él me recibió con los brazos abiertos el primer día y hoy me despido de él como se merece. Nunca olvidaré el día de mi 23 cumpleaños, un día en el que ni corto ni perezoso, esa gran voz me felicitó en directo delante de toda España. INOLVIDABLE. Sin duda alguna, conocerle a él, tanto como persona como periodista, es uno de los motivos por los que más me alegro de haber escogido trabajar o por lo menos, intentar ser algo en esta profesión. Él es un ejemplo como periodista, pero aún lo es más como persona. Gracias Vicen.

Hoy, 31 de marzo, empieza una nueva etapa en la que espero tan sólo que sea la mitad de significativa de lo que ha sido ésta última. Siempre seré de Radio Marca. ¡Hasta pronto familia!

domingo, 4 de marzo de 2012

TORRES, AHORA O NUNCA

Fernando Torres es un futbolista con ángel. De hecho, su trayectoria puede avalar dicha sentencia: forzado a ser capitán de todo un Atlético de Madrid con tan sólo 19 años, tuvo que emigrar a tierras británicas para poder desplegar en un grande todo el fútbol que tenía en sus botas. Y qué voy a decir del gol que pasará a los anales de la historia del fútbol español frente a Alemania en 2008. Nunca defraudó, y tras conseguir 142 goles en 4 temporadas en el equipo red, decidió dar un salto cualitativo en su carrera deportiva fichando por el todopoderoso Chelsea. Es posible que su ambición le haya costado cara. O no.


Y hoy, después de más de un año desde su llegada al club del oeste de Londres, las cosas no pintan nada bien para el madrileño. Nada de lo que ha ocurrido a lo largo de todo este año, desde que se materializó su fichaje, ha servido para justificar ante la hinchada blue el gran desembolso realizado por él. Con todo ello, fue la pasada semana, cuando Fernando se llevó uno de los golpes psicológicos más duros de su carrera deportiva, al no ser convocado con la selección española por decisión técnica, algo que no sucedía desde hace 6 años.

Pero a pesar de todo, Torres sigue teniendo a la suerte de su lado, amen de tener una fortaleza mental digna de admirar y de sobre ponerse a todas las adversidades, al estilo de los grandes deportistas españoles como Rafa Nadal o Pau Gasol. Hoy, Roman Abramovich, abrumado por los malos resultados que estaba cosechando su fichaje y a la vez apuesta personal, André Villas Boas, ha decidido destituir al portugués. Mala noticia para el equipo londinense, puesto que no olvidemos que esta decisión se produce en medio del tramo más importante de la temporada, con el equipo luchando por volver a puestos Champions y sobre todo, con un partido de vida o muerte en Stamford Bridge frente al Nápoles que necesitan remontar si quieren estar en la siguiente ronda de la Champions.

Y hablo de suerte para el niño porque la destitución de Villas Boas no ha podido llegar en mejor momento para él. El otro día escuchaba en la redacción de Radio Marca que solamente la salida de Villas Boas podía cambiar la situación. Y es que a tres meses de que comience a rodar el balón en Polonia y Ucrania, Fernando sabía que tenía totalmente perdida la batalla en la delantera del equipo con Drogba, al que su peso en el equipo le había consagrado por delante de Torres. Eso, unido al escaso acierto de cara al gol del madrileño en los pocos minutos con los que éste contaba, le hacían sumergirse aún más en el ostracismo. Pero creo que esta situación puede y tiene que cambiar, y eso es posible con un nuevo técnico. Si bien es cierto que los contactos con Rafa Benítez no han tenido éxito, la llegada de otro técnico de renombre (sea el que sea) puede suponer una inyección de moral para Torres, que ve como su tiempo comienza de 0 pero a correr vertiginosamente hasta que Del Bosque de la lista definitiva de 23 jugadores que acudirán a la Eurocopa.

Por eso es su momento, porque NO ESTÁ ACABADO y porque es ahora donde tiene que aprovechar y resarcirse de lo que no pudo darle a Villas Boas, y de demostrar que, pese a todo lo que se ha escrito y reescrito sobre él, es un futbolista capaz de seguir marcado diferencias, como ha hecho hasta ahora.