miércoles, 9 de junio de 2010

CON LA CAUTELA COMO BANDERA DE LA ROJA


2 días para que empiece el Mundial. Dos días para que empiece el frenesí de partidos que te volverán loco de fútbol y que culminarán con una explosión de nervios del día 16 a las cuatro de la tarde, cuando España comience su andadura frente a la selección helvética. Por no hablar del cruce de octavos.

Tras los dos dubitativos partidos de la roja ante Corea del Sur y Arabia Saudí, no me levanté del sofá con la conciencia tranquila. Faltaba algo de chispa, algo que pusiera y que encandilara a la afición para creer más que nunca en la roja. Ese día llegó ayer. Con esa "jugada de videoconsola" como bien sentenció David Villa, con la vuelta de Torres y de Fábregas al equipo, y con una goleada cogidita de la mano del brillante juego español, la Roja ha conseguido llegar al mundial, sino lo hacía antes, como la vitola de máxima favorita. Pero veo cosas que no me gustan.

Escucho las noticias de Cuatro y oigo a Lama y a Carreño decir que vamos a estar en Johannesburgo el día 11 de julio, que si sólo son Brasil y Argentina las que nos pueden plantar cara, bla, bla bla. ¿Os acordaís del "VAMOS A JUBILAR A ZIDANE" del MARCA el día del España-Francia? Es la prensa la que quiere vendernos a una selección invencible y perfecta, y la realidad no es así. Un Mundial no lo ganan nunca los que van de favoritos, y sino, acordaros de los fracasos estrepitosos de Francia en 2002 o Brasil hace 4 años.

Me parece totalmente desmesurado tanto optimismo y favoritismo. Quizá la Eurocopa de 2008 se ganó por ir partido a partido y con la humildad de saber que España nunca había sido nada en un gran torneo, y que la única forma es ésa, ir paso a paso y con cautela. Esa es la fórmula que ha llevado a España al lugar que ocupa ahora en el mundo el fútbol.

No sé si os acordaréis cuántas veces levantamos la copa hace cuatro años, en Alemania, tras el 4-0 que le endosamos a Ucrania. Jugamos como nunca, íbamos a enfrentarnos en cuartos a Brasil... y al final nos quedamos llorando en casa por culpa de Zidane esperando otros cuatro años para retomar la conquista de la copa del Mundo. Por no hablar de la famosa final entre Brasil y España que íbamos a jugar el año pasado en la Copa Confederaciones. Me parece que la final la jugó EEUU o algo así. Otra más, y esa fue directa a los morros. Menos mal que no era el Mundial.

Por eso, es preferible ir con cautela. Serán muchas las voces que auguren a una España campeona, sí. Además, la fase de grupos es muy asequible y se conseguirá pasar como primera de grupo. Pero no olvidemos que donde se gana verdaderamente un mundial es a partir de los octavos, y es ahí, donde a parte de la calidad, hay que tener algo más. Ahí es donde empieza el verdadero Mundial. Cuando España pase los cuartos de final, ahí podemos hablar lo que queraís, mientras tanto, mucho ojo. España favorita sí, pero paso a paso.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Me gusta la frase esa que dice mejor ser candidatos que favoritos.

    Cualquiera en un partido de cuartos u octavos puede darnos un susto. Por tanto, como los legionarios, vista larga, paso corto y mala leche.

    Como me gusta tu blog, he insertado un enlace en el mío. Si te parece bien, me gustaría que insertaras un enlace en el tuyo.

    Un saludo desde Todo Real Madrid.

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  2. Me parece lo más cauto pues no es bueno ir enseñando la cara no vaya a ser que te la partan a las primeras de cambio . La Confecup bajó las humos a la selección y sirvió de aprendizaje .

    Un saludo

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