El Manchester City fichó para ser un grande. Y después de un partido como el de hoy, pocos pueden dudar de que ya lo sea. El recientemente denominado "partido del morbo" sólo lo fue en el saludo inicial de los jugadores, donde Bridge no estrechó la mano a su ex compañero John Terry. Más allá de lo puramente sensacionalista, el partido en sí enfrentaba a dos de los mejores equipos de la Premier, con un Chelsea que buscaba aumentar su distancia en 4 puntos frente al Manchester y un City que quería consolidarlse en la cuarta plaza.
El encuentro comenzó como se esperaba, con un sabor agridulce coloreado de italiano, teniendo en cuenta que los entrenadores de ambos equipos protagonizaron varios derbis en la serie a con el Inter y el Milán. Así que ya podéis imaginaros: aburrimiento puro y duro con balonazos largos y los los equipos muy bien plantados esperando algún chispazo. Ése momento llegó con un balón cruzado de Joe Cole al gran Lampard, que firmó un sensacional chut marca de la casa que batió al cancerbero irlandés del city, Given.
El City, que hasta entonces no se había dejado ver mucho por el área que defendía Hilario (en sustitución de Cech), no se achantó y aprovechó un despiste de Obi Mikel, Terry y Carvalho para que el apache Tévez fuera el más listo de la clase y firmara el 1-1 que serviría también como tanto psicológico para ambos equipos, sobre todo teniendo en cuenta lo cerca que estaba el descanso. Ésos minutos, transcurridos entre ambos goles, fueron ciertamente donde comenzó el encuentro.
Tras el descanso, y con el 1-1, todos pensábamos ver un partido aburrido de nuevo al estar empatados, pero nada de eso, ya que Bellamy consiguió el gol que significaba la remontada tras un gran pase de Barry. El galés definió con majestuosidad para anotar el 1-2. Al Chelsea no le quedaba otra que echarse adelante para intentar remontar un partido que de pronto se le había puesto cuesta arriba sin comerlo ni beberlo, así que Ancelotti sacó a Kalou y a Belleti al campo, supuestamente para dar un poco más de velocidad al equipo. En lugar de eso, y aunque los bleus lo intentaban sin éxito por medio de Anelka y Drogba, fue de nuevo Barry el que provocó un penalty de listo al ser trastabillado por Belleti: 1-3, y doblete de Tévez, que tras volver de Argentina por el nacimiento de su hija, anotaba su decimoquinto gol de la temporada.
Stamford Bridge enmudeció aún más cuando a los pocos minutos, a Ballack se le fue la cabeza como otras muchas veces, dejando un plantillazo en las piernas del argentino, lo que significó su rápida expulsión. El Chelsea se quedó con 9, lo que aprovecharon los de Mancini para darle la puntilla a los bleus, tras una gran jugada a la contra firmada por Tévez, Wright Phillips y Bellamy, que anotó su segundo gol de la tarde al rematar a placer el pase de Wright Pillips, que por cierto también es ex del Chelsea. Cuando los aficionados blues comenzaban a abandonar el estadio, se cometió un penalty en el area del city que Lampard aprovechó para maquillar el resultado.
Al final, 2-4 en el partido del morbo, y más emoción a una Premier que se aprieta cada vez más de la mano de los geniales "Apache" y Bellamy.
PD: Os dejo las fotos que he visto en MARCA del "deseado" momento del reencuentro de Terry y Bridge en el campo. Ambos jugadores, con una actuación bastante discreta en el partido.
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