El madridismo se llevó la mayor alegría de los últimos años hace tan sólo 2 días en el Bernabéu. Una clasificación brillante, que esfumaba varios fantasmas de una de las etapas más negras de la historia del Real Madrid: los octavos de final y el Olympique de Lyon. Y si por esto no fuera poco, el Bernabéu también suspiró de tranquilo al comprobar que ahora ya no tienen a un gato, sino a un rotweiller como delantero centro que está demostrando poco a poco todo ese potencial que hacían presagiar esos 36 millones que pagó Florentino por él.
Pero más allá de los cuartos, del sorteo, de los perros o de los gatos, hay un jugador que empañó aún más su ya de por sí dañada imagen. Pepe, muy dado a los cortocircuitos cerebrales en los terrenos de juego, mostró una vez más su cara más sucia y estúpida, esa que sacó a relucir por primera vez frente a Casquero hace dos temporadas y que el tiempo se ha empeñado en demostrar más de la cuenta.
El central portugués, que recordemos que se encuentra con las negociaciones por su renovación con el club blanco en un punto muerto, fue amonestado en el minuto 8 y acabó el partido de milagro. Incomprensiblemente, y ya cuando el partido iba 3-0 y sin ningún riesgo de que el Madrid sufriera algún traspiés en la eliminatoria, el ex del oporto agredió a Lisandro y en un par de jugadas más tarde, situó su bota a la altura del cuello de otro atacante del Lyon cual Jean Claude Van Damme en sus mejores tiempos. Hechos que pasaron inadvertidos por el árbitro pero que tenían que haber dado lugar a que Pepe acabase en las duchas inmediatamente.
No tiene escusa alguna. Pepe está demostrando, como ya dijeron ilustres de la liga como Albelda y Luque que no tiene la educación suficiente para jugar en un club como el Madrid. Es una verdadera lástima que este jugador, considerado uno de los mejores centrales del mundo, deje su reputación por los suelos cada vez que se le cruzan los cables. No ya porque sea jugador del Real Madrid, sino porque ningún futbolista debe comportarse en el campo como lo viene haciendo Pepe en los últimos tiempos. Es un gran jugador, pero en días como el de ayer, no me daría ninguna lástima que este jugador dejase el club de Chamartín.
A Pepe le deberían decir algo, no está bien psicologicamente. Las entradas a Lisandro y la patada que intentó darle en la cara a otro jugador del Lyon fue de locos.
ResponderEliminarPudo ser expulsado muy bien en el minuto 20 de partido, pero el árbitro le perdonó.
Este jugador y sus "pepadas" pueden amargarle al Madrid un partido importante como fue el del miercoles.
Yo soy Florentino y no le renovaría. Un defensa puede ser duro, pero una cosa es ser duro y otra muy distinta es estar loco.
Un saludo!
Como siempre diré... a veces la competición llega a tal punto que se pierde la moral, la educación y muchos hasta la vergüenza. Un saludo!
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