CAMPEONES DEL MUNDO

Después de casi dos días, lo más razonable es que ya se me hubiesen pasado los nervios que tuve durante toda la final y sobre todo, que se hubiese rebajado un poco la euforia tras la conquista del campeonato del mundo. Lo segundo es lo que aún no me deja tranquilo y es lo que ha conseguido que desde que me levanto hasta que me acuesto tenga una sonrisa de oreja a oreja.

Porque no todos los días uno puede decir que su país es campeona del mundo, ¿verdad? A lo largo de todo el campeonato del mundo, he hablado de tener cautela, de que si el sueño estaba cada vez más cerca de hacerse realidad o de que España había vuelto a deslumbrar al mundo con su juego frente a la selección más potente, por mértios propios y no periodísticos del torneo. Siempre creí en esta selección, y a la vista de las entradas publicadas me remito. Me reafirmé en mi postura de teníamos un bloque mágico, único, que nos había dado una Eurocopa y que tenía muchas papeletas para darnos una copa del Mundo, y así fue.

Y ahora que escribo estas líneas, no puedo dejar escapar la oportunidad de dar las gracias a estos 23 jugadores y al cuerpo técnico:

Quiero dar las gracias por haber conseguido borrar de nuestra cara y de nuestra imaginación esa estupefacción e impotencia que se nos quedaba en el cuerpo cuando llegábamos a la fase final de un campeonato de selecciones de fútbol. Gracias por hacer que ahora el nombre de ESPAÑA ya no provoque risa en los equipos rivales, sino temor y respeto. Gracias por hacer que un país entero dejase atrás sus prejuicios y que todos pudieran sacar sus banderas y bufandas de España sin que se les tildase de fachas. Gracias por demostrar que se podía ganar un mundial perdiendo el partido inaugural y por callar a personajes como Maradona, que habían puesto en entredicho nuestra calidad. Gracias también por desplegar un fútbol de ensueño, digno de las mejores selecciones de la historia como Brasil 70 o Francia 98. Gracias también porque a partir de ahora, cuando juegue España nosotros seremos el rival a batir, porque quien se enfrente con nosotros se enfrentará a la campeona de mundo. Gracias a los futbolistas por ser un ejemplo tanto para pequeños como mayores, pero sobre todo por demostrar a todo el mundo que cuando los españoles nos unimos, podemos hacer algo grande. Gracias a Çasillas por sus paradas, a Puyol por su seguridad, a Villa por sus goles y sobre todo a Iniesta, por anotar un gol que quedará para siempre guardado en nuestra memoria.

Pero gracias, ante todo, por hacernos llorar después de ese gol que tanta rabia llevaba de generaciones y generaciones que nunca habían visto a España levantar una copa del mundo. Y por último, y la más importante de todas, gracias por traernos la Copa del mundo.