Como ya dije ayer en la entrada pre-partido, el de ayer no era un partido cualquiera para el Madrid, muchos se jugaban demasiadas cosas, incluso sus propias cabezas. Pero lo que no se esperaba encontrar Pellegrini fue esa injustísima expulsión de Albiol por un árbitro que, según dijo en el acta, era ocasión manifiesta de gol. Falso. Soldado aún estaba intentando controlar el balón, estaba de espaldas a la portería y Pepe también andaba por ahí cuando Albiol agarró al 9 del Getafe. Hoy As publicaba a las 11.30 que el Madrid recurrirá la tarjeta para que el central valenciano juegue el derby, que casi con toda seguridad, el comité se la quitará para poder jugar la próxima jornada en el Calderón.
Pero con un comienzo bronco y aburrido como nos tiene acostumbrados en esta temporada, la expulsión de Albiol cambió la cara de manera radical al Madrid. Y es que la injustísima expulsión sirvió de bálsamo a los jugadores, pero más aún a la afición, que tras ver como dejaban con 10 a su equipo, apoyo incondicionalmente a su equipo para sacar adelante un partido que era trascendental.
Pellegrini reestructuró al equipo, y pasó a Marcelo como lateral izquierdo, a Ramos de central, y a Arbeloa de lateral derecho. Buen partido por cierto de la zaga blanca, que esta vez, no se vio sorprendida y pudo anular los intentos del equipo getafense. Lass se creció aún más y Kaka jugaba más a gusto que cuando habían 11 jugadores en el campo. Los jugadores querían ganar por su orgullo, por el míster y sobre todo su afición. Ese orgullo y casta que ha sido su símbolo de distinción durante los 3 años en los que estuvo Ramón Calderón, se personificó principalmente de las botas del que se ha convertido en el nuevo Mesías del equipo: Gonzalo Higuaín.
Higuaín marcó dos goles de killer, esos que fallaba cuando llegó a Madrid cuando Capello estaba al mando del equipo y que tantas críticas le conllevaron. En el primero paró el balón en el área y miró por dos veces para colocar el balón en la escuadra derecha de la portería, y en el segundo, tras una buena combinación con Benzema, colocó un perfecto disparo cruzado ante el que Ustari no pudo hacer nada. El argentino sabía que era una oportunidad perfecta para reivindicarse como el faro que debe tener este equipo en la delantera, y más en un momento en que el crédito de Raúl y Benzema está bajo mínimos.
Él ha sido el que ha salvado a Pellegrini, ese gran revulsivo que siempre cumple y por ello estoy seguro de que el chileno sabrá agradecérselo. ¿Alguien duda de que vaya a ser titular en San Siro?
arreu higuain!!!!!
ResponderEliminarvalencia = alternativa
amunt!!!!
0:06! que minuto más bonito!!! 6 d albelda!!! jajajaj
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