LA IMAGEN DE ESTE MADRID YA ES OTRA

Estoy seguro de que para muchos éste habrá sido el mejor partido que ha jugado el Madrid en lo que llevamos de temporada. Por ejemplo, fijémonos en los disparos a puerta. El otro día, hasta la expulsión del Albiol, del Madrid sólo había conseguido disparar una vez, mientras que hoy, se había llegado unas 7 veces a la portería defendida por Dida. Un Dida que ya está en la recta final de su carrera, como hemos podido ver en estos dos partidos, en los que dos errores suyos han dado pie a dos goles del Madrid.

Esta vez sí, la movilidad de Marcelo, el juego de Kaka, y la enorme actuación otra vez de Lass, que está en todas partes,dieron un toque distinto al Madrid, que ya se va asemejando (por lo menos en la primera parte) a ese buen juego que se pretende conseguir y que es la meta que Florentino se puso al hacer este mega proyecto. Irregular partido de Higuaín, que debe empezar a acostumbrarse a aparecer también frente a los grandes.

Con ganas de revancha y con el mismo equipo que ganó en el Bernabéu el pasado sábado, el Madrid salió enchufadísimo, inspirado en el juego de las botas de Kaka, que insistió una y otra vez con disparos de fuera del área y llevó la manija del juego en todo momento. De sus botas salió el disparo que no consiguió atajar las temblorosas manos de Dida, que dejaba en bandeja un balón en bandeja para que Benzema abriera la lata y de paso acallar las críticas rompiendo su sequía goleadora.

El Milán jugó como siempre, con muchos hombres atrás y con unas contras muy peligrosas, llevadas a cabo por el incombustible Seedorf y por Pato, que fue un continuo via crucis para Arbeloa durante todo el partido. En una de esas, Pepe hizo una mano tonta dentro del área que significó un penalty que transformó espléndidamente Ronaldinho. Unos minutos después se le anuló un gol a Pato por una falta sobre Arbeloa, lo que estoy seguro que hubiese sido la puntilla para un Madrid que no merecía para nada perder y que hubiese visto como con casi nada, el Milán se hubiese puesto por delante.

En la segunda parte, el Madrid se apagó dejando casi el manejo del partido al Milán. Los de Pellegrini tuvieron dos buenas ocasiones en las botas de Raúl y Marcelo, desbaratadas por un Dida que parece que es capaz de amarrar las más difíciles pero de pifiarla en los disparos más fáciles. Al final, 1-1 y un empate entre los dos a 7 puntos que deja todo por resolver, seguramente en el Milán-Marsella y Marsella-Madrid.

P.D: no quisiera que el Madrid tuviese que pasar otra vez a octavos como segundo de grupo. De las 5 veces que ha sido eliminado en octavos de final en los últimos años, 4 de ellas han sido como consecuencia de tener que jugar el primer partido en casa. Y esto es algo que este Madrid no se puede permitir. Bien es cierto que lo primero es clasificarse, pero un primer puesto te evitaría a cocos como el Chelsea o Arsenal, a los que siempre hay que tener. Confiaremos en la segura victoria ante el Zurich en la 5 jornada y en el pinchazo del Milán frente al Marsella. Sino, otra vez a pasar como segundos, y no me gustaría ni un pelo…