Delibasic se dispone a anotar su tercer tanto
Este pasado sábado, tuve el privilegio de asistir al derbi regional de la provincia de Alicante, todo un Hércules-Elche en el que siempre se juega algo más que los tres puntos. En éste caso el Elche se jugaba el salir del pozo en el que está metido, ése que lo deja ya asentado en puestos de descenso, y el Hércules confirmar que el no estar al terminar la temporada el pasado curso en puestos de ascenso fue un accidente. Definitivamente el Hércules ha dejado constancia de que es uno de los aspirantes más serios al título.
Porque a parte del fútbol, uno paga la entrada para pasárselo bien, y eso es lo que a mí me ocurrió el sábado. La llegada de los jugadores del Elche, el pique de los Hercoligans con la Jove Elx y ese ambiente pícaro que rodea a los derbys me hicieron sentirme orgulloso de los 15 euros que pagué por mi entrada. Pero más allá del jugador número 12, el partido fue, en resumidas cuentas, un partido que el Hércules solventó con facilidad, sin despeinarse con un 3-0, frente a un Elche que no encontraba la tecla para poder llegar a la portería de Calatayud. Tan sólo algún destello de Santos es lo que pudo sacar el Elche, cuya situación es totalmente diferente hacia su eterno rival.
El partido pudo cambiar totalmente su signo en el primer minuto, cuando un genial Santos remató al larguero en la portería del Hércules. De esta manera de lo que pudo ser la ventaja del Elche, se pasó al dominio del equipo local, sustentando sobre el juego de sus cracks de arriba: Tote, Rufete y Farinós. Mucha culpa tiene este tridente ofensivo de la situación del club, cuyos componetes están viviendo una segunda juventud en su carrera deportiva.
Porque el equipo alicantino camina al paso que marca Farinós, que sin duda alguna se está erigiendo como uno de los jugadores más decisivos de la segunda división. De sus botas y de las de Tote nacieron los dos goles del Hércules en el primer tiempo, anotados en una jugada colectiva por el Montenegrino Delibasic.
Los dos tantos anotados fueron muy parecidos, ya que el delantero balcánico solamente tuvo que empujar la pelota ante la red defendida por Cavallero. En el descanso ya se sabía que el derbi y los 3 puntos iban a ir para los blanquiazules, porque el Elche no tenía las condiciones físicas, pero sobre todo psicológicas para poder intentar llevarse el partido que se puso muy cuesta arriba. Barragán sabía que las horas en el banquillo ilicitano las tenía contadas.
La segunda parte fue más de lo mismo, con el Hércules dominando hasta que llegó un saque de esquina que Delibasic aprovechó para anotar su tercer tanto. Sin duda el Montenegrino se dejó llevar antes por el corazón que por la cabeza, porque con su celebración con los aficionados del fondo norte subido en las vallas publicitarias, pudo haber provocado daños mayores. El árbitro le sacó la segunda amarilla, pero el partido estaba visto para sentencia.
Minuto 90. 3-0 y la cara y la cruz para los dos. Uno con la gloria de alcanzar el liderato tras conseguir una de las mejores goleadas ante el eterno rival, y el otro, herido en su orgullo y muy tocado para afrontar una temporada que al Elche se le pone al rojo vivo.
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