Nueva victoria de España frente a Nueva Zelanda por 5-0, y ya van 11 victorias consecutivas. Una selección que lleva tatuada en la piel la palabra victoria y que con éste encuentro suma ya 33 encuentros invicta, a tan sólo dos del récord establecido por Brasil, con 35.
Pero si de algo sirvió este debut para España fue para demostrar que, como ya he comentado en este blog, el poco nivel de una selección como Nueva Zelanda, cuya participación en esta copa es un mero trámite sólo por el hecho de ser campeón de la confederación oceánica. Ni ideas en ataque, ni solidez defensiva, ni nada; el equipo se limito a esperar a que el árbitro pitara el final del partido. Un rival poco digno para el debut. Pero bueno, mejor, se podría decir que con partidos así se guardan fuerzas para momentos y partidos más importantes, por ejemlo, ante unas más que probables semifinales contra Italia o Brasil.
Torres en tan sólo 11 minutos consiguió un “hat trick”, el más rápido de la historia de la selección española. A los pocos minutos, Cesc consiguió el 4 tanto, tras una magnífica jugada de Riera y Capdevilla, que dejó sentada a la defensa oceánica.
El quinto gol lo consiguió el ´Guaje´ en la segunda parte, momento en el que los pupilos de Del Bosque decidieron parar el partido y imprimirle un mayor ritmo al balón esperando sólo que el partido acabara para irse a las duchas. Dicho y hecho, primero tres puntos, que, tras el empate entre Iraq y Sudáfrica hace que ganando el siguiente partido, España estaría casi matemáticamente clasificada para las semifinales.
Mención aparte tiene la FIFA, que poniendo las entradas a unos desorbitados precios, (parece ser que entre 30 y 100 euros) ha conseguido que no se llenen los estadios ni siquiera en el partido inaugural, que es cuando jugaba la selección local. Según JJ Santos, el partido de España no consiguió completar ni 1/3 del aforo del estadio. Suspenso para la FIFA y la organización.
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