miércoles, 3 de marzo de 2010

GANAR A FRANCIA EN SU ESTADIO: NO TIENE PRECIO


42 años hacía ni más ni menos que España no ganaba en territorio francés. El doble de la edad que tengo ahora mismo. Mientras tanto, fracaso tras fracaso, los galos personificaban las derrotas de una selección que pese a tener muy buenos jugadores, siempre hacía el ridículo en las fases finales de los campeonatos. Platini en el 82, Zidane en el 2000 y otra vez Zidane en el 2006, simbolizaban el fracaso de la roja, sucumbida ante la poderosa vecina que englosaba su palmarés y prestigio internacional. Pero los tiempos cambian, y sí, aunque tengan que pasar 42, 15 o 7 años, hoy, día 3 de Marzo de 2010, España vuelve a ganar a los franceses en su propia casa. Pero lo mejor de todo es la imagen: esa sensación de pasar por encima de ellos, de ser totalmente superiores en todos los aspectos a aquellos que te han ridiculizado tantas veces y de saber que si el fútbol es justo, no pasarán la primera fase del mundial, lo que nos llena aún más de orgullo. Villa, en un despiste de la defensa gala anotó el 0-1, y Ramos, un poco antes de terminar el primer tiempo, marcó el definitivo 0-2.

Con olés en las gradas de Saint Dennis a favor de España, y con una selección francesa que está hecha añicos, el público entendió el encuentro a los pocos minutos y sabía que con una nueva actuación ridícula de su equipo, se podría pedir más y más fuerte la dimisión de Domenech. El misterioso entrenador, es capaz de sacar de su sitio a Ribery para hacer jugar por decreto a Henry. Yo, de este señor, prefiero no comentar nada. Solamente me pregunto qué hacer aún de seleccionador.

Ha convertido a una selección sub campeona del mundo en un equipo aburrido y sin personalidad, a años luz de aquel equipo que enamoró al mundo hace unos años cuando jugaban los Pires, Vieira, Makelele, Thuram, Trezeguet o el gran Zizou. Ha perdido a grandes de sus figuras por el paso del tiempo, y lo que es peor, no ha sabido acoplar un relevo generacional a sus filas, lo que traducido en el campo es un ridículo tras otro (lo de Irlanda fue de pena), que ha colmado la paciencia de la orgullosa Francia futbolística.

Y nosotros ganamos bien, porque somos mejores. Y somos mejores porque ellos ya no tienen a Zidane y porque tenemos a muchos de los mejores jugadores del mundo en nuestras filas. De esa selección que cayó en 2006 en Hannover, ya sólo quedan los restos, y de la cual han crecido unos jugadores que deben ser capaces de dar a España su primera copa del mundo este verano en Sudáfrica. Tenemos a Villa, uno de los mejores delanteros del mundo, que con el de hoy suma 36 goles; tenemos al mejor portero del mundo; nuestro es también el estilo de juego de la mejor escuela de fútbol del mundo, La Masía; tenemos una defensa compacta y sólida; pero ante todo tenemos un equipo, una humilidad, y unas ganas de triunfar, que mezcladas en el cóctel que ha madurado Del Bosque tras recibirlo de Luis Aragonés, sólo pueden llevar a un lugar: la copa del mundo. Eso sí, hay que tener los pies en el suelo y recordar que éste solamente ha sido un amistoso. Porque lo bueno empieza dentro de 98 días, y ahí sí hay que ganar y demostrar lo que hemos venido demostrando en estos años.

Cómo dice el título: ver ganar a España en París, y siendo tan superior a tu histórico rival, no tiene precio. Orgulloso de ser español, vamos España!!!!

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