viernes, 25 de junio de 2010

HONDA, EL OLIVER DE CARNE Y HUESO


Muchos de los futboleros que nos tragamos horas de partidos en este desconocido Mundial, nos gastamos nuestro poco dinero en comprar MARCA por las mañanas o a los que les salen pequeñas lágrimas de los ojos cuando vemos a Sergio Ramos mirando al cielo mientras se tararea el himno español hemos crecido con la serie de Oliver y Benji puesta en el salón de nuestra casa. Un niño japonés, Oliver Atom, tenía un sueño: ganar la copa del Mundo con Japón, un país en el que el fútbol no era mayoritario y su fútbol se limitaba a enfrentamientos carentes de interés junto con sus vecinos del continente asiático.


Pasaron muchos años para que este pequeño país, la segunda potencia económica del mundo durante el siglo XX pero sin un mínimo interés por el fútbol, asistiese a un Mundial o tuviese a un jugador al que adorar. El Mundial de 1998 celebrado en Francia supuso la primera clasificación japonesa para la copa del Mundo, cuya actuación fue testimonial. El punto de inflexión fue 2002. Tras ser seleccionada por la FIFA para organizar el Mundial junto con su vecina Corea del Sur, Japón llegó como anfitrión hasta los octavos de final comandados por Hidetoshi Nakata, un jugador que llegó a militar en clubes tan poderosos a nivel europeo como la Roma, el Parma o el Bolton inglés. Él fue el que muchas generaciones consideraron como “el Oliver de carne y hueso” por su clase en el terreno de juego. Tras su prematura y sorprendente retirada en 2006 con tan sólo 29 años tras caer en la primera fase en el Mundial de Alemania, Japón se quedaba huérfana futbolísticamente, sin un ídolo al que adorar.


Hoy, 24 de junio el imperio del sol naciente ha visto nacer a una nueva estrella: Keisuke Honda. Este joven de 24 años llegó al CSKA en 2010 procedente de la liga holandesa. Como bien escribí hace poco en este blog, los sevillistas se acordarán de este jugador por ser el artífice de que el CSKA les privase de jugar los cuartos de la Champions en este año. El número 18 nipón ha dado en el día de hoy un recital de fútbol ante millones de ojos en el globo terráqueo. Honda tiene el 90 de la culpa de que hoy su selección haya vuelto a repetir la gesta histórica de llegar a unos octavos de final, algo que hubiese firmado en mismo Oliver Atom en sus mejores sueños, cuando aquel ex futbolista de largas ojeras y con sed de whisky, Roberto Sediño, le enseñaba a patear el balón de chilena. Gracias al nuevo crack japonés, su país se jugará hacer aún más grande la historia el día 29 de junio frente a la poderosa Paraguay, primera de un grupo en la que la campeona del Mundo ha sido humillada. Una victoria frente al combinado sudamericano significaría la confirmación definitiva de que por fin, el fútbol japonés ha despegado y podrá dar que hablar en los próximos años en el concierto del fútbol mundial.


No me gustaría despedirme sin dejarme en el tintero unas palabras en alusión al entrenador Takeshi Okada, puesto que su trabajo colectivo con el equipo después de una incierta fase de preparación antes del Mundial ha devuelto a Japón a los octavos de un Mundial 8 años después.


Con un juego clavado al del número 10 del Niupi japonés, Honda ha dado un recital de velocidad, pausa, técnica, visión de juego y sobre todo de manejo del balón y de los tiempos que requiere un partido en el que te juegas tanto en tan poco tiempo. El primer gol japonés salió de sus botas, en lo que fue el primer libre directo anotado en este Mundial. El portero danés no pudo hacer nada ante un obús que hubiese firmado el mismo Cristiano Ronaldo. Lo demás, lo que vino después fue pura fantasía. El tercer gol de su equipo es una muestra de lo que es Honda en estado puro. No sé por qué, pero me da que este chico no paseará su calidad por los fríos campos de césped de la liga rusa. Y si no, al tiempo.



PD: os prometo que en los próximos días comentaré la eliminación italiana. Estoy tan sorprendido que no encuentro las palabras idóneas para definir este fracaso. Un saludo.

1 comentario:

  1. Jajaja Qué máquina con la comparación!

    Para mí Honda hoy ha estado impresionante, al nivel de Özil en el partido inaugural de Alemania. La maniobra del tercer gol es maravillosa...y encima luego es generoso y da una asistencia.

    Me estoy empezando a enamorar del juego asiático, les veo un gran dinamismo a Japón y Corea del Sur, y a la del norte le veo a Jong Tae-Sé... Y también me ha gustado mucho Argelia, lástima que no tengan gol.

    En fin, el CSKA se va a hacer de oro con la venta de este chaval si vuelve a hacer otra exhibición como esta...

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