lunes, 16 de abril de 2012

LOS 10 DÍAS MÁS IMPORTANTES DEL AÑO



Ha llegado el momento de la verdad para Madrid y Barcelona. Después de una temporada magnífica por ambas partes, en la que ambos han bordado casi la perfección, la hora en la que se decidirá el desenlace de la Liga y de la Champions ha hecho acto de presencia.

En el campeonato doméstico, sigo viendo al Real Madrid como máximo favorito, a pesar de los pinchazos de las últimas semanas y de que el juego no es tan deslumbrante y frenético como en otras ocasiones. Si el Madrid consigue empatar en el Camp Nou, me atrevería a decir que la liga será blanca. Pienso que los de Mourinho llegarán a terreno blaugrana en unas circunstancias distintas a las de otras ocasiones en lo que al cara a cara se refiere. Sigo pensando que la eliminatoria de Copa del Rey en la que el Madrid empató a 2-2 en el Camp Nou fue un punto de inflexión porque ahí fue donde los jugadores, e incluso la afición madridista, se dio cuenta de que se podía superar al Barcelona si se le jugaba de tú a tú, sin miedo. Ese partido, en el que el Madrid pudo haber goleado al Barcelona y en el que los de Pep consiguieron dos tantos en sus dos únicas ocasiones de partido, es el camino que deben volver a seguir los de Mourinho en el duelo de este sábado. Por su parte, los de Guardiola llegan con los papeles intercambiados, como le ha sucedido al Madrid en los duelos directos en las últimas temporadas: como eterno perseguidor. El equipo blaugrana suma sus partidos por victorias desde el pinchazo ante Osasuna en febrero, y es ese ritmo trepidante es lo que ha puesto nervioso al Real Madrid. Si el Barcelona empieza dominando claramente el duelo y se impone en el Camp Nou, es posible que el factor psicológico sea el más determinante en los últimos partidos puesto que los nervios pasarán factura, y mucho, a los de Mourinho. El resultado final de este sábado influirá de una manera directa en el partido de vuelta de Liga de Campeones, sea cual sea el resultado de la ida.


En Champions, podría resumir lo que resta en dos palabras que engloban un contenido enorme en sí mismas: Chelsea y Bayern, Bayern y Chelsea. Dos de los clásicos del fútbol de europeo de nuevo con el colofón de la final de Munich como meta para Madrid y Barcelona. Será en este primer partido donde se decida parte de la eliminatoria, aunque también es cierto que el devenir de las semifinales dependerá también del resultado final del Camp Nou porque sin duda, ese partido habrá pesado y mucho, tanto en las piernas como en las cabezas de los jugadores. Pero de lo que no hay duda es que Madrid y Barça parten como favoritos. Nadie aúna a tantos grandes futbolistas como ellos, y la feroz competencia entre ambos les ha llevado a años luz de todos sus rivales europeos. Lejos quedan ya aquellos años de dominio inglés en la Champions o del Milán o Bayern en los que cruzarte con ellos te hacía ponerte a temblar.

Así, comienzan 10 días apasionantes de fútbol y de emociones fuertes en los que, en mi opinión, si hay alguien que tiene que perder algo es el Madrid. Los de Mourinho no pueden permitirse el lujo de dejar la Liga a un punto de diferencia para el resto de las jornadas después de haber disfrutado de una diferencia tan abultada durante tantos meses. Después, lo que ocurra en la hipotética final de Champions queda aún mucho por escribir. Por eso, serán estos próximos 10 días los que nos digan si de verdad este equipo, que ha hecho unos números estratosféricos, está a la altura del Barça, uno de los mejores equipos de la historia.

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