EL CHELSEA SE REJUVENECE CON MATA

A falta de la confirmación oficial por parte de ambos clubes, es casi seguro que Juan Mata jugará en el Chelsea en la temporada que está arrancando.

La salida del asturiano confirma dos teorías: la primera, que el equipo de Torres es sabeedor de que su competitivo bloque heredado tras la etapa de Mourinho está envejecido y necesitado de sabia nueva; y segundo, que el Valencia, que al igual que muchísimas entidades tanto deportivas, económicas o políticas en nuestro país, puede y DEBE desprenderse de uno de sus activos más importantes con el objetivo de sanear sus cuentas. Vamos, que al conjunto ché le vienen estupendamente los 28 millones que va a ingresar por el traspaso de Mata, casi 19 de ellos recibidos en efectivo y realizados en un primer pago en las próximas semanas.

Por su parte, el Chelsea se sigue reforzando de cara a arrebatarle de nuevo la hegemonía al Manchester en Inglaterra, pero sobre todo, con el objetivo principal de volver de nuevo a ser uno de los candidatos más potentes de la Champions. Tras la llegada de Villas Boas, el portugués puso encima de la mesa de Abramovich que si se quería seguir siendo tan competitivos como fueron en antaño, necesitaban restar algunos años a determinados puntos de la plantilla con nuevas estrellas emergentes. Lampard, Drogba, Terry, Paulo Ferreira o Malouda superan ya la franja de los 30 años, y, aunque son jugadores que pueden seguir aguantando el ritmo maratoniano de partidos, necesitan también complementarse con jugadores más jóvenes para que la plantilla siga siendo competitiva.

Ante esta situación, las miradas se pusieron en Mata, que había sido una de las estrellas del Europeo sub 21 y campeón del Mundo con España, además de saberse que el Valencia estudiaría una oferta por él si era alta. El Arsenal también estaba detrás del ex de la cantera del Madrid, por lo que el dueño del Chelsea también da un golpe de efecto frente al rival de la ciudad. El otro deseado era Lukaku, al que su parecido con Drogba le hacía que tuviese muchas quinielas para ser otro elegido; el croata Modric, al que el ex técnico del Oporto ve como un jugador que puede aportar muchísimas cosas al lado de Lampard e incluso podría ser su relevo de futuro.

Así, el los del oeste de Londres se garantizan una delantera muy a tener en cuenta para la presente temporada. Con la llegada de Mata, los londinenses se aseguran calidad, llegada, gol y sacrificio para el ataque Bleu, lo que sumado a Torres, Drogba y Lukaku, que tendrán que ir intercambiándose posiciones en la delantera, asegurará buenísimas tardes de fútbol en Stamford Bridge.

Mata sabe que es una oportunidad única para seguir creciendo, y también cree que en el club de Abramovich puede convertirse en uno de los jugadores más importantes del continente. El dorsal número 10 del Chelsea, hasta ahora en manos de Benayoun, ha encontrado en Mata alguien digno de él.

VIVIR UN MADRID-BARÇA

Nunca pensé en poder estar presente en un Madrid-Barcelona. De hecho, tener las entradas en mis manos era como un tesoro que había encontrado debajo del mar y después de haber estado haciendo 3 horas de cola el día en que las entradas salieron a la venta. A lo que voy, más allá del partido, que como ya descubrimos todos nos dejó a un Madrid lanzado al ataque y a un Barcelona demasiado efectivo y solvente, un clásico es capaz de enamorarte y de dejarte prendado y soñando con vivir otros 90 minutos como los del pasado domingo en el Santiago Bernabéu.

Antes de entrar al campo, un ambiente espectacular, típico de las grandes citas europeas o de los grandes clásicos de liga, te envolvía inmediatamente tras salir del Metro en lo que de verdad es un Real Madrid-Barcelona. A pesar del extremo calor y a pesar de que la chica que me acompañaba llevaba una camiseta del Barcelona, tengo que decir que en ningún momento temí por su integridad o por que algún desaprensivo comenzase a soltar lindeces por su boca hacia ella.
No ocurrió ni dentro ni fuera del estadio (o eso creo yo), y eso dice mucho de una afición que viene a pasárselo bien y no a insultar y a intimidar a los aficionados rivales, tal y como ocurre con otros equipos en numerosas ciudades. Más bien, algunos se nos quedaban mirando pensando en lo raro que era ver a un chico con una camiseta del Madrid y a la chica con la camiseta del Barcelona. Yo creo que tampoco era tan raro; os sorprendería saber la cantidad de parejas que llegaron igual que nosotros, y viceversa.

Salvo este detalle, todo lo demás salió a pedir de boca. Tras tomar asiento en mi preciada butaca, una vista privilegiada en el córner izquierdo del fondo sur me hizo pararme a pensar en dónde estaba y del partido que iba a disfrutar. Después del litúrgico himno del Madrid, y después de una clásica banda sonora en el vídeo marcador del Bernabéu con los mejores momentos de la historia del mejor club del siglo XX, me puse a mirar a los jugadores que había sobre el campo y no lo podía creer: Casillas, Alonso, Iniesta, Cristiano, Ozil, Villa o Messi estaban a poquitos metros de mí.

Era el minuto 0 y no sabía lo que iba a pasar, ni si el Madrid iba a salir a jugar como en la ida de Champions o si por fin íbamos a jugarles de tú a tú, como así fue. No me importaba nada más, solamente disfrutar de aquellos 90 minutos que nunca volveré a disfrutar. Pero no os voy a engañar; me hubiese gustado volver a casa con una victoria del Madrid. No puede ser todo en esta vida...

ANTE ITALIA NUNCA HAY AMISTOSOS

La selección afronta esta noche uno de los amistosos más interesantes que se puedan ver actualmente en el planeta fútbol. El encuentro será frente a la selección de Italia, que a pesar de sus nefastas actuaciones en la Copa Confederaciones y en el Mundial de fútbol, sigue teniendo en su camiseta estampadas cuatro estrellas como cuatro soles, por lo que un partido así nunca puede ser tildado de amistoso.

España, que viene de un verano de película tras los triunfos de las categorías inferiores, se jugará este partido como una especie de ante sala de la Supercopa, que volverá a enfrentar a jugadores madridistas y culés tras el rally de clásicos del pasado mes de abril. Las bajas de Ramos y Xavi, más bien para prevenir que para curar, servirán para medir el debut de Thiago y para darle la titularidad a Albiol en el centro de la defensa. Silva, que actualmente se encuentra en un gran momento de forma, también será titular.


Es un encuentro perfecto para ratificarse ante un durísimo rival que, como ha sucedido en todos los partidos que ha disputado la Roja desde que fue campeona del mundo, dará el máximo ante su afición, ante la que quiere demostrar que pueden aspirar a hacer cosas importantes de cara al próximo europeo de Polonia y Ucrania. La selección de Prandelli, inmersa en un proceso total de remodelación, tanto de jugadores como de idea futbolística, es sabeedora de que ésta es una oportunidad de oro para darle una alegría a su triste afición, sedienta de éxitos desde que allá por 2006, Cannavaro levantase la Copa del Mundo en Berlín.

En cuanto a lo sentimental, a muchos aficionados al fútbol este Italia-España nos recordará a aquel partido de 2008, aquel encuentro que cambió la historia de nuestra selección con el pase de la selección a unas semifinales de una fase final de un gran campeonato. Aquella parada de Casillas forma ya parte de una historia reciente que ha devuelto a nuestro país todas las desgracias sufridas, pasando por la cantada de Arconada o el codazo de Tassotti.

LA DIFERENCIA ENTRE NEYMAR Y CESC

Hay veces que el fútbol que emana de las botas de un jugador no es suficiente para saber con exactitud cómo es de grande ese futbolista y si vale la pena apostar por él, y en este caso, desembolsar una gran cantidad de dinero por hacerte con sus servicios.

En los casos de Cesc Fábregas y de Neymar, está claro quién es el que vale ínfinitamente más que el otro. En el primer caso, el futbolista ha demostrado un respeto asombroso hacia el club en el que se ha consegrado y en el que ha conseguido convertirse en uno de los jugadores más deseados del mundo. Cesc sabe que no va a empañar su salida del Arsenal aunque su mayor deseo sea vestir la camiseta del Barcelona. Por eso, el aún jugador gunner está agotando todas las vías pacíficas por las que salir del Arsenal como un héroe y no como un villano. El Arsenal sabe que el deseo de Cesc es jugar en el Camp Nou, pero también está dejando claro que no va a dejar salir a su estrella a cualquier precio, lo que parece lógico. Por todas estas razones, Cesc está dejando todo en manos de sus asesores y de los directivos de ambos clubes.

En la otra cara de la moneda está Neymar. El brasileño, que en un primer momento parecía que quería vestir de blanco, va dando constantes muestras de su inmadurez y de su incorrecto saber estar. Él sabe que el Madrid, el que para muchos es el mejor equipo del mundo, suspira por su fútbol, y que estaría dispuesto a pagar la claúsula de rescisión por él, una locura si tenemos en cuenta que este chico tan sólo tiene 19 años y que únicamente ha demostrado algo en la liga brasileña, una liga menor comparadas con las del viejo continente.


No contento con las idas y venidas propias de un niñato mal criado, su entorno, encabezado por su representante, presidente o cualquier voz autorizada del Santos, no deja de sorprendernos día a día sobre cuándo recalará la estrella brasileña en España: que si después del mundialito, que si en enero, que si hasta 2014 nada de nada... ¿pero éstos que se creen? Y encima, Neymar se dedica, entre gol y gol de la liga brasileña, a darle besos al escudo (sí, es donde se ha criado) del Santos; pero queda feo y da una malísima imagen ante la afición del Bernabéu, que difícilmente olvida ciertos detalles como todas las largas que le están dando a su club. Ahora mismo, dudo que finalmente Neymar llegue a Madrid, no porque no quiera Florentino, sino porque se está ninguneando como nunca a una institución como es el Real Madrid.

Futbolísticamente, los dos son muy buenos, pero está claro quién le saca una diferencia abismal al otro como persona y como profesional de este deporte.