miércoles, 22 de septiembre de 2010

RAÚL COBRA 14 MILLONES DE FINIQUITO POR IRSE DEL REAL


Nunca he dudado de la profesionalidad y del madridismo de Raúl. De hecho, su comportamiento ha sido ejemplar y modélico durante cada una de las 15 temporadas que militó en el club blanco. Pero es bien sabido que nunca sabremos lo que sucedió con el eterno capitán blanco para que saliera por la puerta de atrás del Madrid.

Pues bien, según el diario ABC, Raúl González cobró ni más ni menos que 14 millones de euros de finiquito para romper su contrato con el club blanco, que expiraba en 2011 más una prórroga de contrato de un año si conseguía jugar 30 partidos (ésta fue otra de las grandes transacciones realizadas por Ramón Calderón. Vamos, que el antiguo 7 blanco no perdonó ni un mísero euro para marcharse del club de toda su vida. Aquí os dejo el enlace:

http://www.abc.es/20100921/deportes-realmadrid/raul-cobro-millones-irse-20100921.html

Lo que más me fascina de todo es el paso de puntillas que han desarrollado AS y MARCA con un caso como el de Raúl, sobre el que no se publicó en ningún caso dato alguno sobre la cantidad que percibió el ahora jugador del Schalke para salir del club blanco. Otra muestra más de la profesionalidad periodística de estos dos medios de comunicación. En fin, si fuera cierto que Raúl ha cobrado tal cantidad, el socio y aficionado blanco debería saberlo, aunque solamente fuera para que se dejara de encumbrar a la altura de un dios a este jugador, que como ya sabéis todos, ya no es ni sombra de lo que fue.

PD: Zidane dejó el Madrid sin cobrar ni un sólo euro. Uno que se supo retirar a tiempo del fútbol. Amén.

jueves, 16 de septiembre de 2010

UN MADRID FALLÓN EMPIEZA A CARBURAR


Si el Madrid-Ajax hubiese sido una peligrosa contienda para ganar o perder una guerra, muy mal lo habrían pasado los ciudadanos blancos al ver el escaso porcentaje de éxito que tienen los soldados de su pelotón de combate. Por suerte, el de hoy era un enfrentamiento trámite, pero a la vez trampa, de esos que te dan estabilidad y una pizca de confianza si los ganas y un revés terrible de cara a la galería, prensa y aficionados si lo pierdes.

Hoy, el Madrid tenía que ganar, aunque el resultado, visto lo visto en un escenario marcado por la existencia de un hongo maldito sobre el césped, ha sido más bien raquítico.Y quizá, teniendo en cuenta de todo lo que se ha hablado en estos últimos días hasta el aburrimiento, la buena noticia está en el dominio sobre el juego de los blancos, que poco a poco empiezan a ver la luz en esa larga cueva en la que está instalada la nave blanca que capitanea Mou. Los dos goles de Higuaín, que hoy también ha tenido oportunidades para haber anotado una manita, dejan al equipo blanco como colíder de su grupo en la Champions.

Pero si acudimos a analizar la otra parcela, la del buen juego, aquella que el aficionado blanco lleva más tiempo reclamando por su reconstrucción inmediata, hoy, con la resaca aún latente de los pitos que tanto dolieron a las altas esferas blancas frente a Osasuna, el equipo blanco ha dado muestras de comenzar a crear unos automatismos que puedan dar alguna alegría a la parroquia madrileña. Y toda esa espiral, por la que se llega al buen juego, en la que el Madrid ha empezado a dar hoy sus primeros pasos, se ha personificado esta tarde noche en la figura de Ozil, que con un nuevo recital de juego se ha convertido en ese último pase o ese dribbling imposible que se echaba tanto de menos desde la marcha de Zizou. Este joven alemán, que aunque dista mucho de compararse con el francés, es el faro del equipo de Mou, la bisagra que hace que un equipo que aún no ha conseguido el engranaje necesario en su pareja de antesala (Alonso y Kedhira), consiga hilvanar balones que lleven peligro a la portería contraria.

El encuentro de hoy también ha servido para dos cosas más. La primera, por ser mala, es la más preocupante, y es que la ansiedad de la que adolece Cristiano Ronaldo últimamente no es nada positiva para el equipo. El portugués tiene ganas de resarcirse, de demostrar que sigue siendo el único capaz de pelearle a Messi el cetro mundial de mejor jugador, y en cada jugada se empeña en zafarse él sólo de su par o ser la estrella del partido con un golazo digno del gran Maradona. Todo este protagonismo hace que su propio ego sea el culpable del estado fallón (por denominarlo de alguna manera) del portugués. ¿Lo bueno? Xabi Alonso. Cada vez que contemplo las majestuosas parábolas que describe el balón cuando sale encañonado del pie del donostiarra, hacen que nadie se acuerde para nada del dineral que costó sacarle de Anfield. Con él carburando al 100%, el Madrid tendrá en este chico serio y respetuoso a una mezcla de Busquets y Xavi en un mismo jugador. Y sé que esto que acabo de decir es quizá exagerado, pero para mí es así.

No me enrollo más. Victoria merecida y justa, aunque corta, ante un rival que dio facilidades en exceso, y que se encuentra a años luz de lo que fue ese gran Ajax del pasado. Hoy Mou ha aprobado un examen parcial con buena nota, aunque por lo que parece, los exámenes finales no tardarán en llegar en Champions, y más viendo a Ibra mojar de dos en dos en su estreno con el Milán en Europa. Hoy me acuesto tranquilo; por fin el Madrid de Mou me deja con una sonrisa de oreja a oreja mientras me comía el postre de la cena.