miércoles, 28 de abril de 2010

LA SEMANA TRÁGICA

En primer lugar, pedir disculpas a todos los visitantes, lectores/as y asiduos de esta blog, por no haber actualizado la página en tanto tiempo. ¡Debería ser un delito castigado con pena de prisión! Pero creedme que entre unas cosas y otras, se me hacía imposible encontrar un hueco para ponerme a escribir, y más aún encontrar la inspiración necesaria que te lleva a soltarle mamporros al teclado de tu ordenador. Y hoy, pues me ha venido, como inspiración divina . No sé si es porque estamos en una de las semanas más trascendentales de la temporada (tanto en Champions, como el Liga como el Segunda) pero hoy me apetecía, sobre todo, desglosar un poco del partidazo que enfrenta mañana por la noche al Barcelona y al Inter.


Antes de nada, dar la ehnorabuena al Bayern de Munich, justo finalista, al haber apeado a la sorpresa del torneo, el equipo de Aulas, y a uno de los que eran favoritos a conquistar la orejona, el Manchester. De la mano de un sensacional Olic, el equipo bávaro se ha vuelto a plantar en una final nueve años después,(parece que fue ayer cuando Pellegrini falló el penalti decisivo frente a Kahn en la final), aunque para mí, sigue siendo inferior a sus dos hipotéticos rivales en la final de Madrid. Dicho sea de paso, y circunstancia que no puedo dejar de obviar, es lo curioso que es el destino. Curioso porque se puedan emparejar en la final del Bernabéu, dos de los jugadores que quizá no deberían haber salido (según los expertos) del equipo del año pasado y que ahora están brillando con sus nuevos equipos. Para mí, sigue siendo cuestión del azar, y tampoco me vais a poder tildar de oportunista. Robben y Sneijder tuvieron sus oportunidades en Champions con el Real Madrid sus dos últimos años y se les vio más bien poco en Europa. Ellos fueron partícipes también en la histórica debacle sufrida en Anfield frente al Liverpool en 2009 o frente a la derrota del Madrid en manos de la Roma en octavos de 2008. Eso, curiosamente, es lo que no ponen en sus artículos, muchos analistas deportivos que se hacen llamar periodistas. Es el destino el que ha querido que triunfen con sus equipos y que quizá se crucen en la final, nada más.


Y ahora vamos con cosas más serias. Primero con Mourinho, el genio portugués descubierto por el difunto Sir Bobby Robson. Como siempre, sabias palabras las del entrenador del Internazionale en la rueda de prensa previa al partido. "Se supone que el mejor equipo del mundo no necesita esto(en alusión a todo el ambiente de remontada que se ha creado) para remontar un 3-1". Por si no lo saben, se lo vuelvo a recordar: a Mourinho no le da miedo el Barcelona. No le impresiona el ambiente de remontada que se ha instalado en el Camp Nou desde la semana pasada. Es más, él forma parte de esa clase de personas que son totalmente antagónicas al modelo institucional y futbolístico que posee hoy el Barcelona. A la vez es peldaño y a la vez escalera, porque es uno de los pocos entrenadores que ha dado con la fórmula para vencer al mejor Barcelona de la historia (cosa que nuestro querido Eduardo Inda nos ha recordado muchas veces). Mourinho sabe, como bien ha dicho él mismo, que es un partido más. Él sabe que su equipo está capacitado para mantener la renta y no dejarse achantar por el ambiente de un estadio, que según dijo Piqué, debe provocar que “los jugadores del Inter odien la profesión”.


Más allá de la típica parafernalia para calentar un partido de tal dimensión, cabe recordar que el Barcelona se juega algo más que el pase a la final en 90 minutos. Una victoria del equipo catalán dejaría casi en bandeja de plata un título que escocería de por vida a los madridistas, y más sabiendo que la final se celebra en el feudo del eterno rival. Un triunfo ante el Inter daría una moral extraordinaria para afrontar las cuatro finales que les quedan a los de Pep para revalidar su título de liga. Ahora bien, una derrota cambiaría mucho el panorama, aunque no me atrevo a hacer claros pronósticos, sobre todo para la liga. Sé de sobra que ahora mismo del Barcelona es un equipo ganador. Remontar un 3-1 no es fácil, y más ante un equipo dirigido por Mourinho, pero si hay algo en lo que se ha caracterizado el equipo de Messi y cia es su capacidad por sobreponerse a las adversidades y de su espíritu ganador, y si no, que se lo pregunten al Chelsea el año padado. Por cierto, sí jugará Sneijder de inicio, como aventuró mi buen amigo Juanma, y por el contra el gran capitán blaugrana, Carles Puyol, se perderá el partido de la temporada.


Yo no me perderé por nada los 90 minutos de mañana. De ellos estarán pendientes, estoy seguro, todo el madridismo, sectorial, raulista, gutista… qué más da. Son 90 minutos para disfrutar o para llorar. Pues eso, que gane el mejor. Y si es el Barcelona, los madridistas ya se pueden ir escondiendo, porque hay amigos, esto sí que os lo digo, no perderán la final si la juegan.

jueves, 15 de abril de 2010

“Me siento un privilegiado por llevar tantos años aquí”


El capitán del Almansa no pierde la ilusión de volver a jugar unos Playoffs, a pesar de su veteranía en el equipo

Javier Martínez / Almansa.
El “3” de la UD Almansa tiene algo peculiar, distinto a otros futbolistas. Con su bolsa de aseo pegada al pecho y con el pelo engominado después de un duro entrenamiento, su cara esboza una amplia sonrisa. La naturalidad y humildad con la que recibe al periodista preguntón, con el que nunca antes había tratado, dice mucho de él. “Estoy aquí para lo que haga falta, no te preocupes”. Así es Septién (7/10/1979), un futbolista criado en la casa, una persona que lleva el fútbol en las venas. El hijo pródigo del gran Septién, es y será unos años más el dueño indiscutible de la banda izquierda de la UD Almansa. Son muchos años en el primer equipo, pero la ilusión con la que vive y ama el fútbol, hacen de Paco Septién una futbolista irrepetible.

Pregunta. Milita en las filas de la UD Almansa desde hace más de diez años. Aunque no sea lo mismo jugar en Primera que en Tercera, ¿se siente un one club man?

Respuesta. En parte sí. Llevo toda la vida jugando aquí, desde que era un niño. He pasado por todas las categorías inferiores antes de dar el salto al primer equipo. Me siento un privilegiado porque pocos jugadores almanseños han tenido la oportunidad de jugar en Tercera y un año en Segunda B. Quizá es más fácil permanecer en un club de Tercera toda la vida, y más siendo del mismo pueblo, pero sigue siendo un orgullo.

P. Junto a Churre, que es compañero suyo desde la etapa de juvenil, usted es uno de los veteranos del equipo. ¿Cómo lleva eso de ser una de las vacas sagradas y más ahora en una situación en la que el Almansa se encuentran tan cerca de los puestos de descenso?

R. Es una posición un tanto difícil. Ahora mismo, el equipo ha cambiado mucho en poco tiempo y hay que saber llevar a un grupo con una gran cantidad de jugadores que prácticamente acaban de subir de juveniles. Nos jugamos mucho en cada partido, porque no debemos olvidar que estamos a tan sólo cinco puntos de los puestos de descenso. Como capitán debes tener mano dura con ellos, porque muchos jugadores no saben la responsabilidad que conlleva el jugar aquí.

P. En su época de juvenil, no jugaba en la misma demarcación en la que ahora se desenvuelve. Es más, se hinchaba a meter goles. ¿Cómo ha ido a parar al lateral izquierdo?

R. Una anécdota lo define todo. En mi paso por el filial, solía jugar de extremo izquierdo y de media punta. Pero en un encuentro, faltaba el lateral zurdo y el entrenador decidió ponerme de “3”. En ese partido marqué cuatro goles y fue a partir de ahí cuando me consolidé en esa posición. Marqué 20 tantos en esa temporada y desde entonces ya no me han vuelto a cambiar de demarcación.

P. Con la llegada del nuevo entrenador, Chema Payá, su situación dio un vuelco a su favor. Arnedo no contaba casi con usted y eso le trajo disgustos con la afición a su antiguo míster. ¿Qué cree que fue lo que le llevó a dejar de contar con usted?

R. Con Arnedo he tenido varias etapas. El año del ascenso jugué todos los partidos con él, la temporada siguiente no pudo entrenarnos y al otro lo cesaron. Sinceramente, creo que nos echó la culpa a los que estábamos en ese momento, y por eso este año optó por esa postura. En mi opinión, este año decidió no contar conmigo por una razón más personal que deportiva.

P. Vivió unos momentos complicados cuando se le quiso apartar del equipo. ¿Llegó a pensar en la retirada en algún momento como hizo Aguilar?

R. Nunca se me pasó por la cabeza. Incluso pude haberme ido a otro equipo, puesto que tuve otras ofertas de equipos importantes de la Comunidad Valenciana. Decidí quedarme aquí porque era un nuevo reto para mí. Empezaba de cero y quería probarme para saber hasta dónde podía llegar en esta situación tan atípica.

P. ¿Qué es lo que ha ocurrido en el Almansa para que de una temporada a otra se pasara de luchar por los playoffs a pelear por no descender?

R.Es difícil de explicar. Creo que lo que ha fallado es la planificación del primer equipo del Almansa. Por unas circunstancias, la gente que vino de fuera no estaba conforme con ciertas cosas y eso creó un malestar en el equipo. Quizá ese ambiente y el no tener ese compromiso total como equipo nos haya jugado esta mala pasada. Por otra parte, se ha contado con mucha gente que venía de estar en el juvenil, con futbolistas que aportan mucha calidad y ganas, pero a los que les falta una pizca de experiencia para jugar en Tercera.

P.También se achaca el mal momento a la falta de gol.

R. Nos han faltado muchos goles. En 32 jornadas hemos anotado 31 goles, lo que no llega ni siquiera al gol por partido. Nos marcan pocos goles, pero los puntos no llegan si el balón no entra en la portería. Hemos empatado muchos partidos que no se nos debían haber escapado en ningún momento.

P.En Almansa todo el mundo conoce a los Septién, sobre todo por las tardes de fútbol que su padre nos brindó. ¿Fue un espejo en el que mirarse?

R. No pude ver a mi padre jugar en directo, yo era muy pequeñocuando él decidió colgar las botas. Muchos aficionados me contaban era muy difícil que yo fuera como él porque era un jugador que tenía algo diferente a los demás. Aunque sí es cierto que siempre influye haberte criado en un ambiente tan futbolero como el que tenía en casa.

P. El perfil de su padre era de centrocampista creativo, con un manejo exquisito de la pelota. ¿A qué se explica tener un juego y unas aptitudes tan diferentes a las de su padre?

R. Es verdad que mi padre era totalmente diferente a mí, yo tengo unas virtudes muy distintas. Quizá soy más físico y él era más técnico. No hay explicación alguna, supongo que a veces, el fútbol es así de misterioso.

P. ¿Qué consejos le ha aportado su padre como ex jugador de fútbol?

R. Sinceramente, no suelo hablar con mi padre de fútbol, porque cuando lo hacemos, discutimos. Pero en los primeros años en los que me estaba asentando en el primer equipo, me insistió mucho en la regularidad, y en que en el fútbol, los buenos resultados siempre llegan con constancia y con el trabajo bien hecho.

P. Con 30 años, muchos dicen que se trata de la etapa de mayor madurez de un futbolista. ¿Cuántos años cree que le quedan rindiendo al máximo nivel en el Almansa?

R.Tengo pensado estar cuatro o cinco años más jugando. Quizá el año que viene no tenga la suficiente motivación, pero me apetecería seguir jugando al fútbol y conseguir darle la vuelta a la desconocida situación que está viviendo el Almansa este año.

P.¿Cuál es su objetivo a medio plazo con el Almansa?
Esta temporada no hemos dado la talla, porque creo que se esperaba mucho de nosotros. Sería formidable y un colofón retirarme habiendo dejado al equipo en Segunda B otra vez. Ésa es mi meta.

viernes, 9 de abril de 2010

LA ENTREVISTA SOÑADA


Hacer periodismo fue una de las decisiones más importantes de mi vida, es más, inclinarme hacia la opción de realizar esta bonita, pero a veces polémica carrera, sobre todo en los tiempos que vivimos, me lo hizo pensármelo más de dos veces. Pero he aquí unas líneas en las que voy a describir la sensación que tuve ayer, porque tuve el placer de realizar una de las labores que seguramente más me tocarán realizar durante mi vida laboral: una entrevista de perfil a un jugador de fútbol.

Y bueno, no era mi primera entrevista, ni mucho menos. Pero era especial, y lo era porque se trataba de mi primera entrevista a un jugador de fútbol, que para uno que se quiere dedicar al periodismo deportivo, pues no está nada mal. Tampoco es que fuera Cristiano Ronaldo o Messi, pero a mí, de momento eso me da igual. Gracias a mis grandiosos contactos (no os lo creáis) tuve la gran suerte de hacérsela al capitán de la UD Almansa, a Paco Septién. El “3” del Almansa es un jugador criado en la casa y que lleva más de diez años defendiendo la elástica almanseña en el Polideportivo municipal, como siempre bajo la atenta mirada del Castillo de Almansa, que dicho sea de paso, es el castillo más bonito del mundo.

Pero aparte de la pamplinería que os acabo de contar, más allá de ser mi primera entrevista a un deportista, lo que me impactó fue quizá la situación que ayer un periodista desearía encontrarse siempre que desenfundara su grabadora para ponerse a recopilar las declaraciones del tío del que vas a hablar maravillas en tu periódico, radio o televisión. Lo que me dejó prendado de este chico fue la humildad, la sencillez y la humanidad con la que compartió sus palabras conmigo, que dicho sea de paso, no me había visto en la vida y no tenía constancia ni de que yo vivía en este maravilloso planeta Tierra. Cuando lo vi salir de las escaleras que dan pie a la entrada a los vestuarios, el chico no tardó nada en reconocerme. Yo me presenté y le expliqué que era un desgraciado estudiante de periodismo, sin beca por cierto, y que necesitaba sus palabras para poder aprobar la asignatura de periodismo deportivo. Él, vestido de chándal y salido de las duchas después de un duro entrenamiento, me saludó con total amabilidad, como si me conociese de toda la vida.

“Estoy aquí para lo que haga falta, no te preocupes”, era lo que más me repetía. Le dije que le echase un ojo a las preguntas y me aseguró que no hacía falta, que me iba a responder lo que estuviese escrito y sin escribir. A medida que nos íbamos adentrando en cada pregunta, cada vez que pasaba el tiempo entre sus palabras y las mías, tenía la sensación de que él estaba más ilusionado en hacer la entrevista que yo. Después le dije con la boca pequeña que mi entrevista necesitaba una foto y que si era tan amable de ponerse, aunque fuera, en la puerta del polideportivo municipal (así es como se llama el estadio de fútbol del Almansa). Sin pensárselo dos veces, me dijo que le acompañara al campo de fútbol y que allí le podría hacer las fotos que quisiera. Yo no salía de mi asombro. Después de las pertinentes instantáneas, le pedí que se hiciera una foto conmigo. Al fin y al cabo, yo he sido chico, y en mi sueño de ser futbolista, me hubiese gustado algún día llegar a donde está él. Pero como la vida a veces nos cambia de lugar, esta vez me tocó mi ser periodista.

Si todos los futbolistas fueran como Paco Septién, nadie volvería a decir nunca una palabra más alta que otra sobre los tópicos que rodean al profesional. Sé que no volverá a tener una entrevista como ésta, y que muchos deportistas a los que entreviste, me darán más largas que una rubia en una noche de discoteca. Pero ayer, gracias a este almanseño, padre de familia, que compagina el fútbol con su trabajo diario, y ante todo una persona como la copa de un pino, hizo que me fuese a la cama un poco más orgulloso de haber decidido dedicarme al periodismo. Fue sin duda, la entrevista soñada.

miércoles, 7 de abril de 2010

¡QUE SEAN YA LAS 10 DEL SÁBADO!

Después de ver la exhibición de ayer de Messi, sólo queda apretar los nudillos y tragar saliva. Ésa fue la sensación que tuvieron los muchos madridistas que, pensando en el clásico, vieron el partido de cuartos de ayer esperando que hubiese sido el Arsenal el equipo que pasara a cuartos. Visto lo visto ayer, mucho tendrá que sudar el Inter de Mourinho para evitar que el Barcelona no se plante en la final que se jugará en el Bernabéu… y mucho se tendrá que correr, por otra parte, para frenar a Messi, un jugador que ayer fue capaz de sacar él solito con el brillante fútbol que desprenden sus botas, la eliminatoria para que su equipo alcanzase las semifinales. Y claro, estando el clásico a la vuelta de la esquina (faltan 3 días), desde muchos medios de Barcelona y desde un gran sector de la afición culé, se empieza a pensar ya en favoritismos y en repetir el dramático 2-6 del año pasado.



Pero ojo, porque desde Madrid hay respeto, no miedo. Está claro que el Barcelona llega al clásico con un Messi espectacular, quizá con un estado de forma del que pocos en la historia del fútbol han hecho gala. Pero los aficionados y el propio Barcelona deben recordar que el fútbol es un deporte de once contra once y que este Madrid no es el de la temporada pasada. Es más, puede que el Madrid pierda, todo puede ocurrir, pero estoy seguro de que los jugadores blancos se dejarán la piel para que la afición no vuelva a vivir una hecatombe como la del pasado año con el 2-6. Y no olvidemos que, a día de hoy, el equipo que dirige Pellegrini es líder de la liga. Ésa es la realidad.

El Madrid quedó eliminado precozmente de la copa y de la Champions, y por eso mismo los propios jugadores saben que el no dejar que toda la ilusión generada por Florentino este verano haya sido en balde, pasa por ganar al Barcelona en el Bernabéu. No voy a ponerme a dudar ahora de la profesionalidad de muchos jugadores como CR9, Arbeloa, Alonso y otros muchos que ya dieron la cara en el Camp Nou en la primera vuelta. Creo de sobra, y por mucho que se empeñen en encumbrar al Barcelona y a Messi a un nivel de otro planeta, que el Madrid está lo suficientemente capacitado para ganar el clásico, para frenar a Messi y para demostrar que son capaces de discutirle la hegemonía en la liga española al conjunto de Guardiola.


PARTIDO SIN PRECEDENTES


Pero amantes del balón, estáis o mejor dicho, estamos de enhorabuena. Éste no es un Madrid-Barcelona cualquiera. El clásico tiene todos los ingredientes para ser recordado, como bien han declarado los internautas en marca.com, como el PARTIDO DEL SIGLO. No recuerdo un clásico en el que ambos equipos llegaran tan apretados al último tramo de la liga, ni tampoco un encuentro en el que tanto Madrid como Barcelona llevaran hasta estos extremos de Guerra Fría su histórico antagonismo.


De lo que también estoy seguro es de que los realizadores de la sexta tendrán una cámara para Cristiano y otra para Messi. Y es que medio título de liga pasará por las botas de los dos cracks este sábado a las 10 de la noche. Cristiano tiene la oportunidad de demostrar que puede desbancar de ese cetro mundial en el que ahora está instalado Messi (mejor del mundo), mientras que Messi buscará una nueva exhibición del fútbol para confirmar otra semana más que es el jugador más desequilibrante del planeta. Y ojito a los actores secundarios como Higuaín, Ibra, Xavi o Van der Vaart. Yo no quiero esperar más, si por mí fuera, cerraría los ojos y que fueran ya las diez de la noche del sábado.